A pesar de que las personas están conscientes de que la compra y venta de películas pirateadas, pirotecnia y productos de imitación es ilegal, siguen patrocinando este tipo de mercado con el fin de ahorrarse algunos dólares.
Este fue el hallazgo de una encuesta realizada por la Universidad del Sagrado Corazón, en la cual el 71 por ciento de los participantes admitió que ha comprado en alguna ocasión este tipo de productos y al mismo porcentaje le consta que esta práctica no es legal.