Alison K. Rodríguez Feliciano
Estudiante de Periodismo
Escuela de Comunicación Ferré Rangel
Universidad del Sagrado Corazón
Mientras tanto resolvemos con importados
(Editorial)
Cualquier persona
que entre a un supermercado en Puerto Rico y camine hacia la góndola de frutas
y vegetales será testigo de la escasa producción local. Estamos acostumbrados a
comer manzanas, peras y fresas, productos que ni siquiera pueden cultivarse
bajo nuestro clima tropical, y también a comprar pimientos, lechugas y tomates
que en su mayoría son importados de Estados Unidos. Ignoramos todos los
procesos que pasan esos frutos para llegar a nuestra mesa, sin saber las
consecuencias adversas que pueden tener en nuestra salud.
A excepción de
los productos orgánicos, las frutas y hortalizas importadas son cultivadas con
pesticidas, herbicidas y fungicidas. Así llegan a la Isla, luego de haber
pasado por diversidad de alteraciones que fingen la alta calidad y frescura que
nosotros exigimos como consumidores.