11 de mayo de 2017

Transportación turística: primera impresión para los extranjeros

Paola M. Santiago
Estudiante de Periodismo
Escuela de Comunicación
Universidad del Sagrado Corazón


Lucha de transportistas, ¿necesidad o banalidad?
(Editorial)

            La desinformación y la tergiversación de los conflictos entre los gremios de transportistas turísticos han sido el mal que hace que perdure una lucha banal. A su vez, la acción poco diligente por parte del gobierno y las agencias correspondientes permiten que subsista una disputa innecesaria.
Y es que de cara a la situación crítica que enfrenta el País, el pueblo necesita escuchar atentamente los reclamos de las colectividades que brindan servicios de transportación turística. Dejando a un lado los incidentes, que abonan a los estereotipos y generalizaciones que dañan la manifestación de reclamos, tanto los transportistas como las agencias gubernamentales están obligados a cumplir con la ley de modo que provean servicios de excelencia y contribuyan a la economía de la Isla.

Desde la llegada de la empresa de transportación Uber a Puerto Rico, se han suscitado varios altercados que responden a la ira de los taxistas que trabajan en las zonas turísticas. Algunos taxistas han respondido de manera violenta, dejando cristales rotos y personas heridas a su paso, pero estos actos no solo han tenido un costo material, también han lacerado drásticamente la imagen de la Isla Estrella a los ojos de los extranjeros.
El Gobierno, a través de la Compañía de Turismo (CTPR), la Oficina de Servicios y Transportación Turística, y el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), ha intentado lidiar y contrarrestar las controversias, pero más bien ha conseguido el disgusto y repudio de los sectores.
Ante este cuadro, las agencias de Gobierno necesitan establecer diálogos y convenios que beneficien al País. Es imperativo que haya un espacio donde se oriente e instruya tanto a taxistas como a choferes de Uber. Además cabe señalar que se deben rechazar las posturas radicales y tampoco se necesita victimizar a un grupo u otro.
Son miles los turistas que vienen en busca de nuevas experiencias y también son miles los puertorriqueños que necesitan moverse de un lado a otro. ¿Por qué opacar la belleza del País con una mala impresión? ¿Por qué atraer incidentes y destruir el ánimo colectivo? ¿Por qué perjudicar el orgullo de ser puertorriqueño?
A los taxistas, choferes de Uber y choferes del transporte público es momento de mover al País, de dejar a un lado las discusiones banales y participar de las luchas trascendentales que se avecinan. Aunque se reconoce que los cambios no se logran de un día para otro, hay que recalcar que ante una cámara y todo un pueblo a la expectativa se alcanzan grandes logros.


Taxistas: el monopolio en pie de lucha

Nota al editor: Este es el primer reportaje de una serie investigativa relacionada a las irregularidades en los servicios de transportación turística. En esta publicación se expone la realidad de los servicios de taxis turísticos y la lucha de los taxistas para mantenerse en circulación.

            Mientras los taxis turísticos merodean y aguardan desesperados en las zonas turísticas a que aparezca algún visitante con ganas de recorrer otros espacios turísticos, los choferes de la compañía Uber transitan atemorizados las mismas áreas donde imperan los vehículos blancos que están adscritos a la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR).
            El miedo de estos choferes surge a causa de las incidencias ocurridas a través de manifestaciones violentas en las que han incurrido algunos taxistas. Por otra parte, los taxistas turísticos son señalados por el pueblo como uno de los “monopolios” más grandes que domina en la Isla, pero ¿existe verdaderamente un monopolio por parte de los taxistas turísticos?
Según lo establecido en los poderes generales de la ley que regula los servicios de transportación turística terrestre en Puerto Rico, la Ley 282 del 2002, la CTPR tiene “la facultad de otorgar franquicias, autorizaciones, licencias, permisos y certificados de inspección”, con el fin de fiscalizar que los servicios de taxis turísticos sean accesibles para todos y que el negocio turístico se mantenga subyugado y bajo el control de la compañía del Gobierno. 
A estos fines, la misma ley dicta que “la Compañía de Turismo estará facultada para conducir investigaciones; exigir cualquier información necesaria; emitir órdenes de cese de actividades; imponer el pago justo y razonable de costos y gastos, así como por servicios profesionales incurridos en las investigaciones y procedimientos conducidos ante la Compañía”. De modo que la CTPR tiene el poder y el control total de los servicios que se ofrecen bajo el concepto de transporte turístico en el País.
José Izquierdo, director ejecutivo CTPR
No obstante, aunque la Ley 282 reconoce los poderes que mantiene la Compañía de Turismo, hay que recalcar que las potestades establecidas en la ley facilitan el control de los taxistas pero esto no convierte a los taxistas en trabajadores de la CTPR. Los taxistas turísticos son empleados autónomos que deben obedecer los reglamentos de la CTPR, aunque esta agencia no sea su patrono.
Respondiendo a la existencia de un monopolio y en defensa de las acciones y disposiciones reguladoras, el director ejecutivo de la Compañía de Turismo, José Izquierdo, mencionó que “No, aquí no existe un monopolio. Los taxis no son un monopolio porque también está Uber y cualquiera que quiera ser taxista, siempre y cuando cumpla con los requisitos que se exigen, puede serlo”.
 Por su parte, la secretaria auxiliar de la Oficina de Asuntos Monopolísticos (OAM), Denise Maldonado Rosa, corroboró la inexistencia de un monopolio por parte de los taxistas e indicó que: “a nosotros no nos competen los conflictos entre los taxistas y conductores de Uber, esos asuntos van más dirigidos a la Comisión de Servicio Público”.

Taxistas en protesta ante los requisitos de la ley
Previo a la llegada del servicio que ofrece Uber, no existía en Puerto Rico otra compañía que ofreciera servicios de transportación turística personalizados, además de los taxistas turísticos. Y es que hay otros medios de transporte que también son regulados por la Ley 282, como lo son los omnibuses, las limusinas turísticas y excursiones, que se dedican a transportar mayor cantidad de pasajeros.
            Sin embargo, los requisitos para operar bajo la licencia de la CTPR abarcan desde pruebas de dopaje, certificados médicos, certificados de antecedentes penales, hasta cartas negativas de la Administración para el Sustento de Menores (ASUME), cartas negativas de deuda por todos los conceptos del Centro de Recaudación de Ingresos Municipales (CRIM), entre otros.
            Ante la solicitud de tantos documentos y otros requisitos obligatorios para los taxistas, como lo son las pruebas de inglés, varios de estos transportistas unionados a distintas organizaciones han reaccionado abruptamente y “en disposición a luchar”, como mencionó el presidente del grupo de Puerto Rico Operadores Turísticos, Guías y Excursionistas (PROTGE), José Poupal.
            Poupal expresó: “(la CTPR) Quiere cambiar los espacios designados para los taxistas. Los nuevos mapas que están repartiendo dicen a qué hotel y a media milla de distancia podían establecerse los conductores de Uber, o sea que están ignorando los mapas de zonificación de la Junta de Planificación (JP). No están respetando lo que establece la ley y nosotros (los taxistas) no vamos a tolerar eso”, declaró el líder del gremio.
            Sin asegurar alguna manifestación, Poupal indicó “estamos dispuestos a transar con el Gobierno y si ellos no intervienen estamos analizando pedirle a la Junta de Control Fiscal (JCF) que intervenga”.
Zonas taxis turísticos identificados con letreros
            Sobre el sistema monopólico de los taxis, Poupal respondió “nosotros (los taxistas) somos independientes, cada uno tiene que entregar sus papeles y obtener sus licencias individualmente, de hecho por eso se estableció la ley 282. Cuando pertenecen a la CTPR, hay taxistas que se integran a diferentes uniones como el Sindicato General de Taxistas y la Federación de Taxistas”.
            Otro de los protagonistas de la lucha entre taxistas y conductores de Uber es el presidente del Sindicato General de Taxistas, Otoniel Adorno, quien públicamente ha repudiado y criticado la inacción del Gobierno en este pleito.
            Adorno declaró: “Hoy por hoy nuestra economía está deteriorada y la zona turística es una de las áreas que genera más ingresos en el País. Con la llegada de Uber ese dinero se escapa de la Isla y nosotros somos los que nos quedamos sin trabajos”.  
            Como un eco a los reclamos de estos líderes sindicales un taxista con más de 30 años en la industria turística reforzó la denuncia de la mayoría. Edwin Cintrón, de 62 años, explicó que con la llegada de Uber el trabajo ha disminuido, “ha sido un 50 por ciento de pérdida, porque antes nosotros buscábamos y llevábamos a la gente, ahora no”.
Según Cintrón, “nosotros (los taxistas) estamos pidiendo que apaguen la aplicación (de Uber) en Viejo San Juan y el resto de las áreas turísticas, porque nos quitan el trabajo”, puntualizó el taxista.

Ajenos a la lucha
En el panorama de las protestas y acciones violentas entre los taxistas y los choferes de Uber, se ignora el papel importante que juega la opinión de los extranjeros que visitan la Isla.
Estos desconocen de la situación delicada que acarrean los transportistas y ajenos a las circunstancias prefieren utilizar sistemas de transporte que ya conocen.
            Resulta que para algunos turistas, como mencionó el viajero colombiano Sergio Loza, “es mucho más sencillo solicitar servicios desde aplicaciones móviles que ir hasta donde un desconocido a pedirle que te lleve a algún lado”.
            En su testimonio, Loza expresó no tener conocimiento de los enfrentamientos que han ocurrido en la Isla, aunque mencionó que no le sorprende pues “no es la primera vez que se da este pleito, sé que en México, Chile y Argentina hubo un conflicto parecido”. 
            A pesar de los conflictos que se suscitan en Puerto Rico, la empresa Uber continúa sus operaciones en la Isla, provocando el enojo de los taxistas, quienes ven esta acción como una provocación que los incita a reaccionar.

Nota del editor: Busque el próximo reportaje de esta serie investigativa mañana. Entérese de las acciones de la Compañía de Turismo ante los incidentes violentos que han ocurrido tras la llegada de Uber a la Isla.


¡Que los midan a todos con la misma vara!

Nota del editor: Este es el segundo reportaje de una serie investigativa relacionada a las irregularidades en los servicios de transportación turística. En este se presentan las exigencias de los transportistas para que se cumpla con las estipulaciones de la ley.

            Sin temor a paralizar las operaciones de transporte turístico y en miras a exigir que se cumpla con la ley de servicios de transportación turística, los taxistas han manifestado su descontento a través de actos violentos, arriesgando la seguridad de los ciudadanos que visitan las zonas turísticas y poniendo en tela de juicio el encanto de la Isla.
            Con el argumento de que la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR) debe cumplir sus obligaciones para con los taxis turísticos, este grupo exige que se castigue de igual forma a las otras empresas de transporte turístico y también demandan que se les disminuyan los requerimientos para trabajar en la Isla.
            El líder del Sindicato General de Taxistas, Otoniel Adorno expresó: “nosotros exigimos que se obedezca la ley, que hagan valer nuestros derechos y estamos dispuestos a paralizar nuestros servicios. No vamos a permitir que se nos siga faltando el respeto con esta competencia desleal”.
Y es que ante la presencia de otras empresas de transportación ha surgido una polémica discusión acerca de quién debe regular a esas empresas de transporte que son ajenas a la CTPR.

¿Y qué pasa con Uber?
            No obstante, con el fin de evitar conflictos y generar confusiones, tras la llegada de Uber en el 2016, se creó el Reglamento sobre los Servicios de Empresas de Red de Transporte (ERT) bajo el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP).
            Dicho reglamento se estableció con el fin de separar e identificar los servicios y áreas que les corresponden a los distintos transportistas.
            Según el profesor de legislación turística, Luis Oscar Ramos, es importante reconocer las divisiones entre los taxistas regulares y turísticos, pues “cada uno opera de manera diferente, tienen tarifas diferentes y sus servicios se concentran en las áreas que tienen asignadas”.
            Del mismo modo ocurre entre los taxistas turísticos y los conductores de las ERT. Aquellos que operan bajo el nombre de la Compañía de Turismo tienen el derecho y deber de trabajar solo en las zonas turísticas, mientras que los operadores de las empresas privadas pueden trabajar en zonas que no estén identificadas bajo el concepto turístico.
           
Marc Thys, secretario OSTT
Aunque la delimitación de las áreas turísticas estaba en proceso de demarcación, el secretario de la Oficina de Servicios y Transportación Turística, Marc Thys, explicó que “con el fin de que se disipen los enfrentamientos, ya empezamos a orientar a los transportistas para que sepan donde trabajar”.
Como dicta el reglamento sobre los servicios de las ERT, “tiene el propósito de crear una nueva categoría de vehículo personal, cuando presten servicios a través de una red digital”.
De modo que ante la posibilidad de que otras empresas de transporte manejadas por plataformas digitales quieran establecerse en la Isla, el reglamento de la DTOP será el documento regulador de estos negocios. Sin embargo, el director ejecutivo de la CTPR, José Izquierdo, insistió que “aunque Uber no sea manejada por la CTPR, estamos al pendiente de su labor, porque a fin de cuentas no se trata de darle exclusividad a los taxistas. Nosotros queremos demostrarle al mundo que estamos disponibles para hacer negocios”.

Información perdida entre reclamos
            Uno de los problemas más crasos que enfrentan en la Oficina de Servicios y Transportación es la desinformación que existe entre los transportistas turísticos y a su vez el pensamiento equívoco de que “por brindar servicios bajo el nombre de la CTPR son impunes a lo que dicta la ley”, mencionó el licenciado Thys.
Esto ha provocado numerosas discusiones luego de que los unionados conocen la posición del Gobierno, y es que aunque los taxistas deban registrarse con la CTPR esto no los vuelve empleados de la agencia gubernamental.
Además de la desinformación que existe en los transportistas, Thys a su vez consideró como un factor contraproducente el carácter volátil que presentan algunos choferes.
Debido al carácter prepotente que embarga a más de un taxista turístico, resulta difícil dialogar y escuchar los reclamos que a veces llegan sin base ni fundamento al escritorio del licenciado.
Como evidencia de estos reclamos, Thys mostró un cartapacio lleno de querellas que no han podido ser procesadas debido a incongruencias en las radicaciones. Ya sea por la falta del número de tablilla o por no haber testigos de los hechos descritos, son pocos los casos que se han podido tramitar legalmente.
Siendo un promedio de 1,500 taxistas adscritos a la Compañía de Turismo y poco más de 500 conductores de Uber, Thys manifestó que semanalmente ocurren de uno a tres altercados.

En la mirilla de Justicia
            Luego de varios incidentes ocurridos desde la llegada de Uber a Puerto Rico, se han dado varios casos que han visto las salas de tribunales y no meramente por los conflictos violentos, también por la llegada turbia de la compañía de transporte.
            En noviembre del año pasado, el Tribunal de Primera Instancia de San Juan estipuló que la CTPR debía “eliminar todo lo referente a Uber en su plan promocional”, debido a una demanda radicada por uno de los gremios de taxistas. De modo similar, a inicios de marzo de este año, la CTPR tuvo que comparecer ante los tribunales para evidenciar sus acciones ante los incidentes que han infringido contra la ley de transportación turística.
            Según el líder de Puerto Rico Operadores Turísticos, Guías y Excursionistas (PROTGE), José Poupal, cabe la posibilidad de que “Uber llegara de manera ilegal”. No obstante, no hay evidencia que compruebe esta acusación.
Interesantemente a través de redes sociales como Facebook y Twitter hay algunas páginas que muestran su repudio a los dos grupos de transportistas. En videos y fotos recopilan sucesos violentos y reportajes que se han realizado en diversas ocasiones relacionados a las incidencias entre manifestantes y trabajadores de transportación.
Uno de los testimonios relevantes es el de Leo Ruiz, un mexicano radicado en Puerto Rico hace 20 años que se unió a la empresa de transporte Uber desde que se estableció en la Isla y por ello ha tenido más de cinco enfrentamientos con taxistas turísticos.
“Me lanzaron piedras mientras recogía a un turista en Isla Verde, me acorralaron mientras conducía por Condado y me han gritado montones de veces mientras dejo pasajeros”, reveló Ruiz.  
Mientras visitar la Isla del Encanto debería ser una experiencia única en la vida, para los extranjeros que llegan a Puerto Rico resulta desagradable y angustiante presenciar los enfrentamientos entre los choferes que brindan servicios de transportación en las zonas turísticas.

Nota del editor: Busque el próximo reportaje de esta serie investigativa mañana. Entérese de qué otros servicios de transporte sirven como competencia para los transportistas turísticos.


Desde el Uber hasta la AMA: más vehículos para turistas

Nota del editor: Esta es la última publicación de una serie investigativa relacionada a las irregularidades en los servicios de transportación turística. En este reportaje se discuten otros servicios que representan una competencia para los transportistas turísticos.

            Ajenos a la lucha que se suscita en las calles de Viejo San Juan, Condado e Isla Verde, los servicios de transporte colectivo del País resultan ser una competencia de perfil bajo para los taxistas y choferes de Uber que trabajan en las zonas turísticas.
            Por lo general los turistas que visitan la Isla desconocen de los servicios de transporte que pueden utilizar. Así que teniendo en consideración que los taxis turísticos son la primera imagen que ven los extranjeros al bajarse de un avión o de un crucero resulta obvio que utilizarán este servicio con frecuencia.
No obstante, con el pasar de los días los mismos turistas descubren que en Puerto Rico hay Uber y que hay guaguas públicas que llevan de una playa a otra a un precio mucho más moderado. Aunque ciertamente no todos los turistas se atreven a montarse en el transporte colectivo del País, hay quienes no temen en preguntar a los locales dónde queda la parada de autobús más cercana.
            Aportando a esta discusión, el director de la Compañía de Turismo de Puerto Rico (CTPR), José Izquierdo, indicó que “la presencia de empresas como Uber evidencian que Puerto Rico es un país abierto para hacer negocios y eso es lo que necesitamos promover. No debemos ver a Uber como una competencia, más bien debe ser una inspiración… ahora es momento de que los taxistas se reinventen”.

Uber, la nueva tendencia del transporte
            Con la aparición de Uber en la Isla, no solo llegó una oportunidad de transporte para los boricuas, sino que se ha dio una oportunidad de trabajo. Para muchos puertorriqueños, Uber se convirtió en el trabajo “part-time” que les ayudaría a completar las cuentas.
            Para la estudiante graduada de periodismo y chofer de Uber, Perla Hernández, “Uber fue bueno en sus comienzos, porque antes el ingreso extra era sustancial, pero recientemente bajaron las tarifas y ya no resulta tan costo efectivo”.
Uber fuera de zonas turísticas
            Además la joven declaró que ante las circunstancias y conflictos, “ahora resulta peligroso, hay mucha presión, uno debe estar pendiente de su seguridad, con eso que están haciendo los taxistas hay un miedo constante”.
            Sin embargo, aunque resulte peligroso, Hernández comentó que “entre los choferes de Uber hemos hecho grupos y si vemos algo raro nos enviamos mensajes para que otros estén alertas de lo que pueda pasar… Algo que hay que destacar es que los taxistas están dañando la imagen de los (conductores de) Uber, dicen que no tenemos seguros o que cobramos demás y eso es falso”, enfatizó la joven.
            Por otro lado, en cuanto a las regulaciones de Uber, la empresa de transporte actúa bajo un reglamento ajeno a la Compañía de Turismo y por ello no se escuda bajo el concepto de transporte turístico. No obstante, en los acuerdos realizados para el mejor funcionamiento del transporte, “se permite que Uber deje pasajeros en las zonas turísticas pero no puede ir a recogerlos allí”, explicó el secretario de la Oficina de Servicios y Transportación Turística, Marc Thys. 

De la AMA y el Tren Urbano
            Resulta que los servicios de transporte colectivo se han vuelto atractivos para los turistas que han visitado la Isla en los últimos años.
            Según Edgar Rentas, chofer de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) con más de diez años de experiencia, “son muchos los turistas que usan las guaguas (de la AMA), ellos se acercan, preguntan y se montan. Cuando están aquí (en la guagua) hablan con la gente”.
Y efectivamente en búsqueda de ese intercambio cultural, hay turistas que se aventuran por las rutas del transporte colectivo y visualizan de otra manera los sectores no tan conocidos de la Isla.
            “Tres de cada diez pasajeros que se montan en la Metrobus 1, guagua que va desde (la Universidad del) Sagrado (Corazón) hasta Viejo San Juan y viceversa, son extranjeros que están de visita en Puerto Rico”, expresó Rentas.
            Así fue para la joven de 26 años, Grace Salamanca, quien viajó desde Arizona para celebrar el receso de primavera y terminó paseando por las calles de Santurce, cuando buscaba cómo llegar a Plaza Las Américas.

¿Qué pasa con los precios?
            Dada la crisis económica que afecta no solo a Puerto Rico, sino también a otros países del mundo, resulta más costo efectivo usar el transporte público. Pero hay que reconocer que el servicio de transporte colectivo en el País no destaca por su puntualidad e inmediatez.  
            Sin embargo, como explicó la relacionista de Uber en Puerto Rico, Angeline Salado, “Uber suele ser un medio de transporte bastante accesible, las tarifas dependerán del tipo de vehículo y la distancia que se vaya a recorrer”. Por lo general, las tarifas empiezan desde los $3, por lo que es un medio que se le puede considerar viable.
            En contraste, las tarifas de los taxis turísticos resultan mucho más altas, fluctúan desde los $19 hasta los $200. Según los datos ofrecidos por la CTPR, las tarifas no incluyen cargos de peajes y maletas, por lo que cabe la posibilidad de que estos números aumenten desmesuradamente.
            Opciones existen, lo importante es llegar a acuerdos que impulsen el desarrollo del turismo puertorriqueño.


Mayo 2017

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