16 de enero de 2016

Megatiendas: invasión que acecha y sacude comercios locales

Osvaldo Osorio Velázquez
Estudiante de Periodismo
Escuela de Comunicación
Universidad del Sagrado Corazón


Comercios locales merecen respeto
(Editorial)

            Ante la proliferación de las megatiendas en el País, hemos visto como poco a poco nuestros comercios locales han ido decayendo. La llegada de tiendas  como Wal-Mart, Kmart y Walgreens a nuestros más preciados cascos urbanos han sido un factor innegable que ha destruido su vida económica en un abrir y cerrar de ojos. Mientras las autoridades defienden el uso de fondos públicos para incentivar y atraer a muchas de estas empresas, la realidad es que resulta injusto para los empresarios locales tener desventajas contributivas, a la vez que vemos como nuestras farmacias locales lucen cada vez más asfixiadas por la exagerada cantidad de Walgreens alrededor de la Isla.
            Por otro lado, hay que ver como Paseo de Diego en Río Piedras, una vez la capital comercial del País, se ha convertido en un muerto comercial que cada cuatrienio que pasa es fiel testigo de la poca voluntad de los alcaldes capitalinos  que no han cumplido con sus promesas de revivir el hogar del primer centro docente del País.

No planteamos ser partícipes del nacionalismo exagerado.  Creemos que puede haber un comercio justo donde todos los participantes del mercado tengan igual ventaja para competir y que haya el balance que el Gobierno no ha tenido en cuenta cuando miramos que la Ley de Monopolios no es otra cosa que un vestigio del pasado que debe ser actualizada a la realidad socioeconómica en que vivimos. Las multas de un estatuto de 1964 no pueden ser capaces de hacer temblar la mano a los ejecutivos de la empresa multinacional más grande del mundo como lo es Wal-Mart.
Basta con revisar datos de la Compañía de Comercio y Exportación que  revelan como las tiendas de ropa, farmacias y ferreterías son los sectores que en peor estado económico se encuentran. Es claro que las megatiendas no son el único impedimento para un detente del éxito de estos sectores comerciales, pero no por ellos debemos descartar la invasión exagerada de estas a modo de saturar el mercado para luego quedarse con los clientes.
En definitiva, nuestros comercios locales enfrentan grandes retos. Es por eso que exigimos al Gobierno revisar profundamente la Ley de Monopolios de 1964, como también fiscalizar y reducir significativamente los acuerdos de incentivos que subscribe con las megatiendas que en muchos casos los incumplen por falta de seguimiento.
 No  creemos que traer más megatiendas es lo que va  a solucionar la crisis. Estaríamos cayendo en el absurdo si creemos que más dinero en bolsillos foráneos va a traer algo productivo a las arcas del País.  Si no atendemos la situación, estaremos condenados a ver el corazón de nuestra economía sangrar ante la dejadez gubernamental. Y con ello  fallarle a nuestra  conciencia colectiva, dejando solos a los que cada día sacan sus garras y uñas por defender la marca Hecho en Puerto Rico.


Río Piedras: un muerto comercial por revivir

Nota del editor: Este es el primer reportaje  de una serie que toca a fondo el impacto negativo de las megas tiendas en los comercios locales. En esta ocasión expondremos el deterioro del Casco Urbano de Río Piedras.

Desolado por la evidente sequía de visitantes, arropado de estorbos públicos, aislado como el patito feo de San Juan, lleno de desilusionados y engañados por los aguajes de proyectos de revitalización que ofrecen la panacea y  como si fuera un muerto en vida, hoy luce con más pena que gloria  el deteriorado Casco Urbano de Río Piedras.
Aturdidos y visiblemente deprimidos se ven los comerciantes del Paseo de Diego que no tienen de otra que recurrir a cualquier tipo de malabarismo para  hacer sus ventas y al menos  sobrevivir a la intensa crisis que les ha provocado la expansión desmedida y exagerada de las megatiendas.
El abandono notable de las administraciones de la ciudad capital, el reciente golpe mortal con la eliminación del terminal de Capetillo y el constante aviso de boletos contra los conductores marcan el triste estado por el que pasean transeúntes día tras día por lo que se supone que sea la  gran ciudad universitaria del País.
Paseo de Diego: cada vez más solo
Caminar por el Casco, es como caminar por el desierto viendo en una línea recta decenas de edificios abandonados y tiendas cerradas como el antiguo local de tiendas Capri. Vale caminar varias manzanas más para ver el abandonado Plaza de Diego Mall, un centro comercial que antes tenía oficinas de servicio de agua y luz, pero que con su mudanza a otros lares  se llevó como la marea a clientes de  los comercios adyacentes.
Cuando todo esto ocurre, muchos se preguntan a donde fue a parar  el proyecto de nombre exótico “Río 2012”, un  programa  de la administración municipal del ex alcalde Jorge Santini que buscaba ser la panacea de las dolamas de la comunidad de Río Piedras.
Desafortunadamente a excepción de una remodelación a la  Plaza de la Convalecencia, no cumplió con sus metas como la construcción de viviendas a bajo costo y de locales remodelados para los comerciantes, que por tanto tiempo estuvieron ilusionados con verlo hecho realidad.
De acuerdo con Eduardo López, gerente de Ferretería López, el último gran golpe del Gobierno fue el cierre del terminal de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), que provocó que muchos pasajeros estuvieran inhabilitados para  llegar con comodidad al centro de Río Piedras.
“Lo de la AMA mató literalmente a Río Piedras, olvídate de Río 2012 y de la seguridad, aquí más del 70 por ciento de los clientes usan las guaguas públicas y no es sorpresa que mis ventas han bajado a partir del cierre del terminal. Además   cuando tu comparas el servicio de la AMA con otros lugares, es más fácil llegar al nuevo Wal-Mart de Santurce que acá”, reconoció López.
Muchos han optado por evadir a Río Piedras como si fuera un patito feo. El senador por San Juan José Nadal Power  atribuye que tal  percepción negativa con que se pueda ver a Río Piedras es consecuencia de los robos que por muchos años han ocurrido en la zona. “Por ser un casco urbano donde hay muchas tiendas, es donde hay más querellas de robo y, por ende, mayor prensa negativa”, resal Nadal Power. 
Sin embargo, para el representante y presidente de la Comisión de los Pequeños y Medianos Comerciantes Javier Aponte Dalmau el problema del deterioro del Casco Urbano recae en que las administraciones municipales no habían contado con la participación de la comunidad en los intentos de revitalizar el área.
Por su parte, Mercedes Rivera López, líder del Centro de Acción Urbana, Comunitaria y Empresarial (CAUCE)  coincidió con Aponte Dalmau en que el problema de Río 2012 fue que no contó con la participación de la comunidad y las organizaciones como CAUCE, aunque reconoce que a pesar del deteriorado estado en que se encuentra el Casco Urbano, aún  hay maneras de revivirlo.
A pesar de que la Compañía de Comercio y Exportación (CCE) ha indicado que  durante el 2014 las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) tuvieron  un notable crecimiento  de un 5  por ciento en contraste con lo reportado para 2013, hubo varios sectores comerciales que arrojaron una contracción significativa  en su crecimiento, como es el caso de las tiendas dedicadas a la venta de  calzado. Estas tiendas son de las que con mayor frecuencia se encuentran en el Paseo de Diego y no es sorpresa que en el 2014 cerraron en rojo con un crecimiento negativo de 6 por ciento.
Aparte de Río 2012, han existido varios intentos del Gobierno Municipal por mejorar la situación como es el caso de la decisión de la actual administración de la alcaldesa Carmen Yulín Cruz de eximir del Impuesto de Ventas de Uso Municipal a los comercios aledaños al Casco Urbano de Río Piedras.
Vale destacar que el Gobierno ha visto sus intentos frustrados en revivir el muerto comercial con leyes infructuosas como la Ley 75 de 1995 y su sucesora la Ley 39 de 2009. Ambas buscaban brindar ayudas del Gobierno  para mejorar el estado físico de los edificios del Casco Urbano. Y más recientemente se aprobó la Ley 144 de 2013 que  destina incentivos y exenciones contributivas  a los nuevos negocios por los primeros años de estar establecidos.
Con el pasar de los años da la impresión de que  todavía la colección de leyes no da pie  con bola en su intento de darle vida a la zona comercial que en el pasado fue una parada obligada para hacer compras. 
Aunque nunca pensaron en serlo, hay comerciantes que casi tienen que convertirse en magos para hacer trucos comerciales y sobrevivir ante la escalada crisis económica que impacta la zona. “Intentamos vender al precio más justo, inundamos todas las esquinas de afuera de la tienda  con “racks” de ropa, escobas, mapos, detergentes y otras cosas para llamar la atención de los que pasan por aquí. Hay que hacer lo que sea por atrapar a los clientes”, dijo Jorge Telón, gerente de la tienda London City.
   Otro comerciante que conoce  la baja enorme de las ventas es el placero Mickey López, quien se ve obligado  a cerrar antes del mediodía, pues  los clientes no se asoman ni para ojear los productos que vende.
“Esto está aquí muerto, ya no es como antes que cerraba temprano porque la gente me compraba todo y abarrotaba mi puesto. Ahora es al revés ya que no hay AMA y la gente se queja de que la Policía da muchos tickets por el parking”, expresó López.
Pero no solamente es la falta de transportación pública lo que hace difícil atraer visitantes  a Río Piedras, también hay una molestia de los conductores que día a  día se enojan más por la presencia de policías que dan boletos por mal estacionamiento. Uno de ellos es Miguel Maldonado Carrasquillo, quien se queja de que la Policía  está siendo muy excesiva en dar infracciones.
De acuerdo con el Censo Comercial de Río Piedras realizado en 2003 por el sociólogo Juan Giusti Cordero el promedio de ventas anuales para un comercio del Casco Urbano era de $35 mil  y más del 60 por ciento de los comerciantes entrevistados habían señalado  que sus ventas habían disminuidos en comparación al año anterior.
A pesar  de que el Censo es del 2003, para el comerciante Mickey López las ventas  siguen estando iguales o peores ahora, debido a los altos costos operacionales y la competencia de las grandes cadenas que hacen más difícil sobrevivir a la actual crisis económica.
Como parte de la baja actividad económica  hay que sumar una situación particular del área y es que ya a las 5 de la tarde los negocios imitan la armonía de la quinta sinfonía de Beethoven para cerrar simultáneamente como respuesta a no ser víctimas de los amigos de lo ajeno, que aprovechan la soledad del Casco para hacer sus maniobras criminales.

Nota del editor: Atentos mañana al segundo reportaje de esta serie investigativa. Estaremos presentando el impacto de la expansión de las Cadenas  Walgreens y CVS sobre las farmacias de la comunidad.


Walgreens y CVS: dúo devastador para farmacias locales

Nota del editor: Este es el segundo reportaje sobre el impacto negativo de las megatiendas sobre los comercios locales. En esta ocasión presentaremos como la expansión de Walgreens y CVS afectan a las farmacias locales.

            Usted puede salir a la calle para ser fiel testigo de la invasión silenciosa que sin uso de la violencia o armas amenaza con desnucar a las farmacias de comunidad. La esquina de la felicidad ha dejado de ser un buen lema de negocios para convertirse en el miedo y terror de los dueños de farmacias locales que se ven indefensas.
            Este dúo devastador no sólo llega para atacar con su expansión exagerada sino que viene invitada por el Gobierno y los municipios que les dan incentivos y subsidios por creación de empleo, a pesar de que menoscaban las probabilidades de que las farmacias de comunidad sobrevivan a la crisis económica. Del mismo modo les arrebatan a los farmacéuticos con los altos salarios que ofrecen.
            Un hecho fundamental en la expansión de Walgreens fue la decisión del Tribunal Federal de Boston en 2005 de fallar a favor de ellos para eliminar el Certificado de Necesidad y Conveniencia. Este documento era requisito del Estado para que toda farmacia hiciera un estudio en la comunidad sobre si era necesario o no que se estableciera en el lugar previsto.
            “El Gobierno les da incentivos millonarios, inclusive hay municipios que les dan descuentos en el pago de patentes a estos dos gigantes comerciales. Mientras que a las farmacias locales exitosas como nosotros no se les da ni un chavo. Eso es parte por lo que nuestras ventas han bajado, es tal la estrategia de llenar al País de Walgreens que terminan desangrando a muchas de las farmacias de comunidad”, dijo  Joel Carrión Rivera, ejecutivo de Farmacias Plaza.
            Pero más allá de la desventaja contributiva que pueda haber, existe la ineficiente Ley de Monopolios de 1964 que con multas bajas y un lenguaje anacrónico parece caminar con muletas ante la realidad de la invasión comercial de las súper cadenas estadounidenses. Una debilidad que el mismo director de la Oficina de Asuntos Monopolísticos Humberto Malavé  Santiago reconoce es que son muy pocos los recursos con los que cuentan para poder hacer un mejor trabajo de fiscalizar a estas tiendas.
            “La ley necesita mejoras, de hecho hemos estado trabajando para redactar una nueva con el aparato legislativo, pero una cosa fundamental es que nuestras multas a las empresas son muy bajas. No se trata de estar en contra del libre comercio, es un imperativo de la oficina fiscalizar porque ambas partes, ya sean los comercios locales y los foráneos, puedan competir en igual ventaja”, afirmó Malavé Santiago.
            La invasión es tal que cuando se compara a Puerto Rico con otros estados en cantidad de tiendas por milla cuadrada, Walgreens bota la bola al vencer a estados de mayor tamaño  y población como Idaho, Maryland, Delaware y Alabama. En 2005 había registradas en Puerto Rico alrededor de 62 tiendas, ahora en el 2015 tienen 121 sucursales por toda la Isla. A partir de 2005 Walgreens estableció más tiendas de las que creó desde su llegada en 1962, dato que revela que con la decisión del foro federal de anular el Certificado de Necesidad y Conveniencia vino la bendición para su expansión.
Construcción de nuevo CVS en Santurce
Para apreciar  su estrategia desarrollista basta con ir a pueblos como Carolina donde hay un Walgreens y un CVS frente a frente como si fueran vecinos. Posiblemente algo que molesta a la presidenta de la Asociación de Farmacias de la Comunidad, Idalia Bonilla Colón, quien cree que el Gobierno no ha hecho lo suficiente para apoyar la industria local.
Bonilla explicó que el caso de Walgreens es interesante porque tiene tres marcas registradas en el Departamento de Estado donde afirman que sus negocios tienen alrededor de $2 mil millones de pérdidas.
 “Como es posible que una empresa que tenga unas pérdidas astronómicas como dos billones puede darse el lujo de seguir abriendo más tiendas. Esto es un descaro lo que tienen con nosotros, porque es que el Gobierno nos debe dinero por los deducibles del Plan Mi Salud y aparte nos juega la mala jugada de que hay municipios que le dan incentivos millonarios a las pseudo farmacias para que pongan sus tiendas y terminen de empeorar la situación de los comercios locales”, expresó Bonilla Colón.
            De acuerdo con un estudio del economista José Alameda, el establecimiento de una Cadena Walgreens en municipios pequeños como Rincón puede provocar que los comercios locales, especialmente las farmacias, estén obligados a irse a la quiebra. A parte de que la estructura de un típico local de Walgreens y CVS equivale a más de 10 mil pies cuadrados, cantidad superior a la típica farmacia de la comunidad que es de menos de 7 mil pies cuadrados. Para Alameda, la estrategia de ambas cadenas es lograr saturar el mercado local para evitar que la competencia local se les adelante.
De acuerdo con el Informe del Censo de Negocios del Departamento del Trabajo Federal en la Isla hay unas 882 farmacias locales en total y sólo 142 entre el dúo farmacéutico estadounidense. Estos datos hacen que más del 80 por ciento de las farmacias sean de empresarios puertorriqueños, aunque la Asociación de Farmacias de la Comunidad estima que solo el 55 por ciento de las ventas totales responden a las locales, una cifra que demuestra la supremacía en ganancias de Walgreens y CVS.
Algo que resulta ser una desventaja para muchos dueños de farmacias locales es que los salarios que ofrece Walgreens son demasiado altos como para igualarlos. Para el ejecutivo de Farmacias Plaza esto es un asunto crítico porque no sólo son los salarios, sino que también hay que sumar el hecho de que cada año son menos los farmacéuticos que se gradúan.
“Tenemos un problema serio y es que muchas de nuestras farmacias no pueden competir con los jugosos salarios de estas dos cadenas porque ellas les dan un seguro de vida, algo que no todo comercio local puede darse el lujo de ofrecer. Aparte de que en nuestro caso últimamente ha sido difícil reclutar farmacéuticos ya que son pocos los que se gradúan y la mayoría de ellos ya tienen claro irse a Estados Unidos”, reconoció Carrión Rivera.
Con un imperio económico indudable Walgreens crece cada día más en la Isla, trayendo consigo el debate entre si es parte o no del libre comercio que se expanda de forma exagerada. A pesar de que reconoce que son un daño a la economía local, la licenciada Bonilla entiende que el problema no es que Walgreens venga a la Isla.
Para Bonilla Colon Walgreens y CVS hacen que farmacias locales compitan con una desventaja contributiva y económica, haciendo más difícil que los pequeños comercios tengan la oportunidad de sobrevivir ante el gran capital que representan las dos grandes farmacéuticas.
Un aspecto que  el mismo Alameda tilda de contradictorio es que se les llame Farmacia  cuando el 78 por ciento de los pies cuadrados de un típico local de  Walgreens  y CVS se dedica a  la venta de mercancía general.

Nota del editor: Mañana seguiremos abundando en el impacto negativo de las megatiendas sobre los comercios locales con un reportaje que expone el impacto de éstas sobre las tiendas de ropa.


Wal-Mart hace estragos con sus precios bajos

Nota del editor: Este es el tercer reportaje sobre el impacto negativo de las megatiendas sobre los comercios locales. Hoy tocaremos como Wal-Mart afecta las ventas de las tiendas de ropa locales.

            En plena crisis económica llegan como Pedro por su casa, se llevan los clientes con precios bajos y con la bendición de los subsidios del Gobierno Central sumados a la ayuda sustancial de  fondos federales, las megatiendas poseen la receta del éxito para imponerse fácilmente sobre los comercios locales del País.
            Las pueden ver dentro y fuera de los centros comerciales, en cualquiera de los casos es igual el nivel de estragos que hacen que cientos de comercios opten por acogerse a la quiebra o simplemente verse obligados a despedir empleados para subsistir a la crisis económica.
            Para Sonia Adorno, gerente de la tienda de ropa de dama Maryvel Fashion, las megatiendas, los impuestos y la crisis económica han dejado en mala posición a los pequeños y medianos comerciantes (PYMES) que no encuentran como salir a flote.
Marivel Fashion
            “Esto está malo aquí, hace un año tuvimos que despedir varios empleados porque realmente no vendíamos lo suficiente para pagarles el salario, de hecho los que tenemos actualmente trabajan con una jornada laboral recortada. Ahora tiendas como Wal-Mart se colocan cerca de las PYMES y eso es augurio de que el final está más cerca que nunca”, dijo Adorno.
            Según un estudio del economista José Alameda por cada $97 millones que captura de ganancias una megatienda hay una posibilidad de que se vayan a la quiebra de seis a siete comercios locales.
De hecho, el economista afirma que entre los años 1993 a 2001, hubo una correlación entre el aumento de participación de las tiendas como Kmart, Wal-Mart y Costco y el alza en quiebras de las PYMES. Es decir, que cada vez que abrían una de estas tiendas era cuestión de tiempo  para que un comercio local se acogiera a la ley de quiebras.
            Según Rubén Piñero, presidente del Centro Unido de Detallistas, la peor amenaza que enfrentan los comerciantes es Wal-Mart debido a que, según señala, es un imperio multinacional comparado con otras tiendas estadounidenses establecidas en la Isla. “Si bien es cierto que hay tiendas como Kmart y Costco que hacen daño a los detallistas, es sin duda alguna el monstruo económico de Wal-Mart el que hace aún más difícil sobrevivir en tiempos de crisis”, expresó Piñero.
            Hay que destacar que el caso de Wal-Mart es diferente a Kmart o a Costco, ya que también ellos manejan los almacenes Sam’s como y los supermercados Amigo, es decir que ya no solamente representan una amenaza a las PYMES, sino que también afectan a los supermercados locales. Cuando sumamos  todas las empresas asociadas a Wal-Mart en la Isla  el número asciende a 55, una cifra que supera los 22 establecimientos que tiene  Kmart.
            Según datos de la Compañía de Comercio y Exportación (CCE) uno de los sectores comerciales que peor le ha ido en el último año es el de las tiendas de ropa para damas y caballeros, luego de que el pasado junio se produjera una contracción en su crecimiento de 7 por ciento en comparación con junio de 2014.
            No obstante, para el director ejecutivo de la CCE Francisco Chévere Mouriño  las PYMES han tenido un gran éxito en los últimos años gracias a los intentos del Gobierno por agilizar permisos para las PYMES. Del mismo modo insistió en que la actual administración ha desmantelado en su mayoría muchos de los incentivos que tenían las megatiendas. Aunque descartó que éstas no sean un bien para el País.
 “Considero que la premisa de que las grandes cadenas de tiendas al detal no estimulan la economía del País es incorrecta, toda vez que la inversión en la que incurren inicialmente en la etapa de planificación y construcción para establecer el negocio es palpable y tiene un efecto multiplicador en la economía, en términos de empleo e ingreso”, reconoció Chévere Mouriño.
            Hay lugares como Santurce, donde se instaló una sucursal de Wal-Mart con la construcción de un edificio multipisos, que se han convertido en un atentado evidente contra las PYMES que por años han existido en una de las zonas históricas de la ciudad capital. Aparte de la amenaza por los precios bajos que ofrecen, existe también el detalle de que muchas de estas empresas compran sus productos a sus mismas subsidiarias.
            Cuando hay algunos comerciantes que se centran en las dificultades para sobrevivir, hay otros que deciden no quejarse y reinventarse para subsistir. Éste es el caso de Roberto Medina López, dueño de la tienda  Llamativa.
“El caso mío es diferente, yo decidí dedicarme a vender ropa hecha en India. Aquí viene gente particular que sabe que es muy difícil conseguir este tipo de producto en Kmart o Wal-Mart. Aunque no es cosa fácil sobrevivir a la crisis, hay que adelantarse a la competencia y si no se logra, pues morir en el intento. Pero gracias a Dios Llamativa está en mejor forma, comparada a otros comercios hermanos”, dijo Medina López.
            A pesar de que reciben fondos federales por la Ley WIOA, estatuto que fomenta el reclutamiento de personas con inexperiencia en el mercado laboral, la realidad es que las megatiendas no son tan efectivas en la creación de empleos como las PYMES.
Un informe publicado por el Centro de Información Censal de la Universidad de Puerto  Rico (CIC), destaca que en el año 2012 las megatiendas no fueron tan exitosas en creación de empleos como lo fueron en sus ganancias. El informe señala que las megatiendas contrataban  un empleado por cada $280 mil en ventas, mientras que las PYMES lo hacían por cada $115 mil.
            Aunque el actual gobierno ha otorgado incentivos y ayudas económicas a los comercios con la Ley 62 de 2014, mejor conocida como la Ley de la Fuerza PYME, esto no es suficiente para atajar la desigualdad económica con que las PYMES batallan contra el capital comercial extranjero.
            Según el gerente de Almacenes Plaza en San Juan, Tomas Morán, el problema es que el Gobierno no crea un balance justo en los incentivos.
“Tú tienes un IVU que no lo fiscalizan, entonces nos lo suben y después creen que con los incentivos que se les da a los comercios, se va  aliviar la carga contributiva”, dijo Morán Santiago.
            La realidad es que hay tiendas de ropa que no pueden darse el lujo de crear una expansión al estilo de la que se considera la empresa multinacional más grande del mundo. Algo que para Gloria Cardona Jiménez, escritora de libros relacionados al tema, es injusto el hecho de que muchas de estas tiendas reciban ayudas económicas y descuentos en patentes municipales para poner sus sucursales en el País.
“Esta gente lo que vienen aquí es a empeorar la situación ya crítica de nuestros comercios. Otro problema es que el Gobierno dice que apoya a las PYMES con sus programas, pero realmente no hacen nada por detener la expansión, porque detrás hay intereses que pueden estar por encima del bien de nuestros comerciantes”, explicó Cardona Jiménez.
            Mientras tanto el representante Javier Aponte Dalmau dejó entrever que la Legislatura está preparando una revisión de la Ley de Monopolios de 1964 y explicó que la Ley de la Fuerza PYME exige a las grandes cadenas como Wal-Mart hacer un estudio de impacto para corroborar cuan necesaria es o no su tienda en la comunidad donde se vaya a establecer.


Diciembre 2015

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