26 de mayo de 2011

Industrialización acaba con la salud y el medioambiente

Yeiline De Jesús
Estudiante de Periodismo USC
Fotos: Yeiline De Jesús 


Contaminación pone en riesgo la salud de los guayameses

Hoy da inicio la serie investigativa sobre los efectos negativos de la industrialización  en Guayama. En esta primera parte presentamos los efectos de la contaminación industrial en los residentes del municipio.

         En medio del ruido producido por maquinarias y del humo proveniente de chimeneas industriales  se encuentran varias comunidades en la zona industrializada de Guayama. Y no es para menos ya que en esta zona sureña se agrupan siete de las industrias que más contaminan el ambiente de Puerto Rico.

         Para muchos de los  residentes que viven cerca de las industrias es la pesadilla de nunca acabar pues al vivir a pocas millas de las industrias se ven expuestos a recibir  todo tipo de contaminación proveniente de las industrias farmacéuticas y carboneras.
         Son muchas las enfermedades que pueden causar la exposición tan directa a químicos tóxicos, al humo y al agua que afecta grandemente la salud de los ciudadanos, como es el caso de Gloria La Porte, residente de la comunidad Aguirre en Guayama, quien lleva más de 40 años viviendo justamente al lado de las instalaciones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). La Porte cuenta que entre el ruido, el humo que le ha producido un asma crónica y el agua contaminada no sabe ni qué es peor para vivir.

“Esto ha sido toda una pesadilla pues durante el día el humo es insoportable, al punto que en muchas ocasiones es necesario abandonar la casa y en las noches es peor porque el ruido de las máquinas no te deja pegar un ojo”, indicó La Porte.

         Dadas las circunstancias, los residentes de la comunidad Aguirre, en Guayama, son de los más afectados pues están obligados a permanecer en sus hogares debido a que no tienen otro lugar en donde vivir.  Pero la contaminación que emite dicha industria resulta fatal para los residentes ya que, según un reporte emitido por la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), la planta de la AEE en Aguirre es la segunda mayor en emisiones contaminantes con 1,198,900 libras anuales.

         Según Ángel Dieppa, coordinador de investigación ambiental en la Reserva de Bahía de Jobos en Aguirre, la AEE ha causado grandes problemas al ambiente y lo peor es que, según ellos, cumplen con las normas ambientales pues no alcanzan el nivel máximo de contaminación.

         “La Autoridad de Energía Eléctrica en Aguirre, no creo que cumplan con las leyes porque ¿cómo explican la ubicación que tiene esta industria tan cercana a una comunidad, cómo pudieron permitir un falta tan grande?”, cuestionó Dieppa.

         En los últimos años se han reportado varios incidentes de contaminación en el municipio de Guayama debido a que varias industrias farmacéuticas y carboneras no han seguido ciertas normas y leyes ambientales, causando daños al medioambiente y a la salud de los ciudadanos de dicho municipio.

         “Hoy en día las industrias, a pesar de las leyes que existen en base a la contaminación ambiental, no muestran cierto interés para mejorar sus funcionamientos de modo que no cause daño ambiental”, comentó Dieppa.

         No obstante, según la EPA, otra industria que más contaminante emite en  Guayama es la Applied Energy System (AES), industria que desde 2002 opera en esta zona y su trabajo consta de la quema de carbón para obtener electricidad que  luego vende a la AEE. Además la AES es una de las dos industrias privadas de generación de energía alternativa en el país.

         La quema de carbón en esta zona sureña ha despertado en los últimos años una gran preocupación por los residentes de los sectores aledaños a esta industria ya que se han reportado aumentos de enfermedades respiratorias debido al humo y a la ceniza que genera AES.

         Zachalee Suárez, residente de la comunidad Pozuelos, en Guayama, asegura que todas las organizaciones se hacen de la vista larga ante el problema.

         “Yo vivo bastante retirada de la industria y como quiera el humo ese y la ceniza me afectan pues cuándo cambia el viento, ese humo viene a parar en mi casa”, enfatizó Suárez.

         Sin embargo en el 2007 se inició una investigación sobre el nivel de toxicidad de la industria en la cual el representante Jorge “Borgie” Ramos Peña evaluó en una audiencia pública los posibles daños ambientales que pudiera ocasionar la quema de carbón, ya que la preocupación de varios vecinos cada vez era mayor.

         Luego de la investigación realizada por varias entidades e instituciones privadas y del extranjero se concluyó que la quema de carbón no era un daño significativo para la salud ni para el medioambiente porque, según la EPA, los niveles de toxicidad están por debajo del nivel establecido por ley y cumple además con los parámetros establecidos.

          Pero Luz M. Díaz, residente de la comunidad Barrancas en Guayama,  cree que las autoridades no han hecho un buen trabajo pues desde hace seis años que padece de asma y se ha agravado cada vez más por el humo que proviene de la AES.


         “Esta situación no ha sido fácil para nadie y menos cuando ya se tiene una condición.  Creo que es deber de las autoridades intervenir por nosotros”, aseguró Díaz.

         Sin duda alguna existe una inconformidad con los resultados que arrojó la EPA pues los ciudadanos de Guayama y de otros pueblos cercanos como Arroyo y Salinas no ven que estos resultados sean confiables pues hay riesgos de enfermedades futuras y el medioambiente se ha visto afectado desde el comienzo de las operaciones de estas industrias.

         Luego que se generara cierta incertidumbre por los residentes de Guayama y pueblos limítrofes, el vicepresidente  de Desarrollo de la AES Neil Watlington expresó en un comunicado de prensa que “la industria está comprometida con el bienestar de los ciudadanos. El trabajo que se ejerce en la industria es uno responsable y bajo la ley”.
 El problema de contaminación ha sido muy serio y en estos últimos meses aún mayor pues gracias al trabajo de ciertas organizaciones ambientales en algunas comunidades se percataron de que los embalses de agua y la vida que hay en ellos también se están afectando debido a las aguas contaminadas.

         “Nosotros como ciudadanos tenemos la responsabilidad de actuar ante semejantes problemas, pero ¿qué hacemos cuando las autoridades no hacen su labor?  Estamos con los brazos cruzados”, puntualizó Dieppa.

         La situación resulta difícil pues a pesar de los esfuerzos de los residentes por acabar con el problema de la contaminación o en llegar a un acuerdo con las industrias no se ha logrado nada, pues no se tienen más pruebas de las que ha hecho la EPA. Estas pruebas indican que, a pesar de los índices de contaminación que se agrupan en esta zona del sur, se concluye que todas o la gran mayoría de las industrias que contaminan el ambiente están bajo el nivel estipulado por ley según las normas ambientales federales y estatales.
         Sin duda alguna el trabajo que tienen los ambientalistas y los ciudadanos en Guayama es bien arduo pues el luchar sin tener el apoyo de las autoridades y del  desinterés que existe en el municipio agrava cada vez más la situación.

         Nilda Peña, educadora ambiental en la Reserva Bahía de Jobos, aseguró que “lo que hace falta es un poco de más interés de parte del municipio y de brindar orientaciones a los ciudadanos afectados”.
         Son muchas las personas afectadas por este problema de contaminación ya que la exposición a tóxicos tales como amonio, ácido sulfúrico, clorhídrico, magnesio, mercurio, plomo, níquel, bario, cromio, cobre y cinc afectan grandemente la salud aunque se emitan en una cantidad mínima. A largo plazo, estos contaminantes tiene consecuencias fatales pues las enfermedades respiratorias, digestivas y de la piel serán en un futuro la orden del día.

Mañana en la segunda parte de esta serie investigativa hablaremos sobre los efectos de la contaminación industrial en el ambiente de Guayama.


En peligro el ambiente tras emisiones tóxicas provenientes de las industrias

Hoy continuamos con la serie investigativa sobre los efectos negativos de la industrialización  en Guayama. En esta segunda parte presentamos las causas de la contaminación industrial en el ambiente.

         El problema de la contaminación industrial en Guayama ha causado daños ecológicos en la Reserva Natural Bahía de Jobos, ya que la contaminación producida por las industrias poco a poco acaba con la flora, la fauna y todos los recursos naturales que en ella habitan.

         No obstante estas fábricas e industrias no cumplen con la rigurosidad de las leyes ambientales y al no cumplir con ellas causan la degradación del ambiente.

La ley número 310 conocida como “Ley para la prevención de contaminación” estipula que todo tipo de contaminación deberá  ser prevenida y reducida desde su origen.  Establece que de no poder prevenir la contaminación, se utilizará el reuso y el reciclaje para evitar cualquier tipo de emisión al aire, descargas al agua y la inadecuada disposición al terreno. Establece además que la disposición al ambiente será el último recurso, conforme a las leyes y reglamentos aplicables.

         Según Ángel Dieppa, coordinador de investigación ambiental en la Reserva Natural Bahía de Jobos, el incumplimiento es obvio pues muchas de las empresas emiten contaminantes tóxicos al aire y desperdicios sólidos en los terrenos.

“Lo podemos ver en el humo que emiten, en las descargas que hacen hacia el mar y en todas las especies que están en peligro de extinción”, afirmó Dieppa.

Una de las industrias que más problemas ha confrontado con el personal de la Reserva Natural Bahía de Jobos es la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) ya que su ubicación es muy cercana a la reserva.

Pero las luchas de los residentes y organizaciones ambientales en nada han quedado ya que, según la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA), la AEE cumple con todas las leyes ambientales. La EPA afirma que los daños al ambiente son muy leves.

“Pero existe una realidad, hay un problema grave y la bahía estuarina se afecta y se afectará si no hacemos nada”, enfatizó Dieppa

Al menos el personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) prometió resolver el problema ya que la bahía estuarina es una de las más importantes de Puerto Rico por su gran diversidad de recursos naturales tales como manglares, animales marinos y aves endémicas.

Sin embargo, la AEE no es la única industria involucrada en el problema sino todas las industrias de Guayama ya que la bahía comienza en este pueblo y se extiende varias millas hasta Salinas. Esto significa que todos los contaminantes emitidos por las industrias carboneras y farmacéuticas de esta zona contribuyen al problema de contaminación que tiene en el municipio.

“La contaminación es evidente, por esta razón tomaremos las medidas necesarias para controlar esta situación”, aseguró Juan Carlos Rodríguez, de la Junta de Calidad Ambiental en Guayama.

Mientras las industrias farmacéuticas obtienen contratos multimillonarios, la contaminación que éstas emiten sigue cobrando cada vez más las consecuencias nocivas al medioambiente. Y no es para menos pues éstas emiten una gran cantidad de tóxicos al aire.

Enid Ortiz, supervisora de Pfizer Pharmaceuticals, expresó que la industria cumple con todas sus leyes y que los desperdicios se reciclan en más del 65 por ciento.

“Pfizer es una empresa muy comprometida con el ambiente”, comentó Ortiz.

Pero los estudios de la EPA afirmaron otra cosa porque Pfizer, antes llamada Wyeth, está ubicada en la posición 14 con emisiones de 64 mil libras de contaminantes, seguido por  la Baxter con 63 mil libras de contaminantes anuales.

Éste es el problema. Estas industrias no se quieren hacer responsables de sus acciones y prefieren ignorar las consecuencias fatales que están ocasionando al medioambiente con su mal manejo.

“Estamos a punto de perder lo más preciado que tiene esta isla: los recursos naturales, la ecología y todas las especies bellas que viven aquí”, enfatizó Rodríguez.

Mientras tanto, Neil Watlington, vicepresidente de desarrollo de Applied Energy System (AES), niega que su empresa tenga algo que ver con la contaminación ambiental aduciendo que es el pueblo el que debe levantar una interrogante personal y cuestionar su comportamiento colectivo que abona a la condición ambiental del país.

“Pongan en tela de juicio los productos que usan, de dónde provienen, qué componentes tienen, sus estilos de vidas, sus transportes, sus comodidades y cuestionen si son necesarios y las consecuencias de los mismos”, abundó Watlington.

Las cifras del índice de contaminación dan la voz de alerta, pues resulta preocupante que en los últimos años la contaminación ha ido en aumento, son varias las especies de animales que se encuentran en peligro de extinción y muchas reservas naturales de la Isla han perdido poco a poco sus recursos naturales.

Puerto Rico se ubica en uno de los principales países en el mundo con mayor índice de contaminación. Solamente en la región sureña de la isla se produce anualmente más del 20 por ciento de la contaminación registrada en el ambiente de Puerto Rico.

Dieppa destacó que la principal causa de contaminación ambiental en Puerto Rico es producida por la industrialización ya que afecta de manera fatal y nociva el ambiente.

“Este problema de contaminación que enfrenta el Puerto Rico  de hoy no viene de diez años para acá, sino que es un problema que se generó más o menos para la década de los años sesenta cuando comenzó el auge de la industrialización”, aclaró Dieppa.

Otra preocupación es la desaparición de los cuerpos de agua ya que las industrias la utilizan para el enfriamiento de sus maquinarias y muchas veces provienen de embalses que pertenecen a reservas naturales. También preocupa la utilización de agua del mar para el enfriamiento de maquinarias que luego desechan al mismo océano, ocasionando la muerte de peces y corales. 

Mañana en la tercera parte de esta serie investigativa hablaremos sobre la ineficiencia del municipio de Guayama para trabajar con los problemas de contaminación existentes.


Pobre labor del municipio guayamés ante los problemas de contaminación

Hoy finaliza la serie investigativa sobre los efectos negativos de la industrialización  en Guayama. En esta última parte presentamos las fallas y las ineficiencias del municipio ante los problemas de contaminación existentes.

         En medio de la desesperanza y la insatisfacción se hallan los residentes de Aguirre, Pozuelos y Barrancas ya que no han recibido casi ninguna ayuda del municipio de Guayama para atender los problemas de contaminación  que acarrean estas comunidades.

         Hace más de diez años que varias comunidades se han estado reuniendo para presentar al municipio los problemas de contaminación que afectan muy de cerca a ciertas comunidades. Pero el municipio no ha ejercido su labor como se supone puesto que los residentes se quejan de la pobre labor que han realizado.

         “Aquí no existe la solidaridad, aquí lo que hay es una ineficiencia que nos está matando, sí, nos está matando”, expresó Carmen Morales, residente de la comunidad Pozuelos en Guayama.
        
         Para Morales, vivir en esta comunidad se ha vuelto un calvario ya que el humo que proviene de algunas industrias le afecta. Pero lo peor es que nadie hace nada. Según Morales, un grupo de residentes ha llevado a cabo reuniones con personal del municipio con el propósito de arreglar o mejorar esta situación pero todo ha quedado en el olvido.
         “Es increíble ver como cuando hay elecciones  vienen y te dicen que ese problema se va a resolver, y todavía seguimos esperando”, enfatizó Morales.

         Las fallas que los residentes le adjudican al municipio se deben al desinterés por mejorar las condiciones de vida de estos ciudadanos que necesitan ayuda urgente debido a la contaminación en ciertos sectores de Guayama.
        
          El año pasado se llevó a cabo una vista en la Cámara de Representantes que presidió el representante del Partido Nuevo Progresista (PNP) Jorge “Borgie” Ramos Peña para atender las quejas de cientos de ciudadanos afectados por las cenizas y del humo provenientes de ciertas industrias. Estas vistas no dieron resultado pues todavía no se ha llegado a un acuerdo concreto para atender la situación.

         Por su parte, la alcaldesa de Guayama Glory Marie Jaime Rodríguez dice que ella está haciendo todo lo posible por mejorar esta situación pero que este problema viene de pasadas administraciones.

         “La situación es lamentable y yo haré lo que está a mi alcance para resolver en cierta parte y ver cómo se puede llegar a un acuerdo”, aclaró Jaime.

         Mientras tanto la Junta de Calidad Ambiental (JCA) del municipio reclama que los problemas se han generado al no hacer nada en años anteriores y ahora la situación se torna más gris.

         “Nosotros hacemos nuestro trabajo, verificamos si las industrias cumplen con las leyes, pero el municipio se debe encargar de llegar a un acuerdo con los residentes afectados pues esa es su labor”, admitió Juan Carlos Rodríguez, coordinador de la JCA.

         Son muchos los residentes que ya están cansados de que no se les tome en consideración y los dejen en el olvido, pues aunque ellos hagan todo lo posible para mejorar su situación, aun así es imposible por la falta de recursos económicos.

         Tal es el caso de Gloria La Porte, una residente de la comunidad Aguirre en Guayama, quien vive en un humilde hogar justamente al lado de las instalaciones de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

         “Yo he tenido que comprarme destiladores de agua porque también me está afectando el agua contaminada.  Esta agua tiene plomo y yo con lo poco que tengo trato de sobrevivir”, aseguró La Porte

         Así como La Porte existen otros residentes afectados que son de edad avanzada y lo único que tienen para sobrevivir es su cheque del seguro social, dinero que tienen que invertir para mejorar un poco sus condiciones vidas.
         “Se supone que existan fondos para este tipo de problemas, es algo serio y estas pobres personas sufren las consecuencias”, abundó Rodríguez.

         Mientras Jaime dice tratar la situación poco a poco, los ciudadanos siguen esperando la ayuda que fue prometida desde comienzos del año 2008 y todavía hoy, ya en el 2011, la situación sigue  igual o empeorando cada vez más.

         “Nosotros cada cuatrienio ponemos las esperanzas en estas personas y ellos lo que hacen es jugar con las necesidades y emergencias de los menos afortunados”, agregó La Porte.

         Pero el municipio todavía no ha realizado las ayudas que prometieron y se hacen de la vista larga ante semejante problema que pone en riesgo la vida de cientos de residentes.
         “Yo he ido personalmente a algunas de las industrias pero todo es un proceso y tienen normas y reglamentos que seguir. Y sí, todas están en ley, pero también sé que existe un problema con las personas que están cercanas a estos lugares”, admitió Jaime.

         Sin duda alguna, los residentes que habitan cercanos a estas industrias son los que verdaderamente sufren las consecuencias nocivas de la contaminación. Y no es para menos, si el estar expuestos a contaminantes tan fuertes como la amonia, entre otros tóxicos, resulta, a largo plazo, en graves enfermedades.

Es de cuestionarse si el municipio está supuestamente cumpliendo con sus labores, ¿por qué estos residentes afectados no han recibido ningún tipo de ayuda o al menos orientaciones que los eduquen y los ayuden un poco sobre el manejo de la contaminación ambiental?

         Son ellos mismos los que han tenido que formar organizaciones y asociaciones  para poder ayudarse entre ellos para tener un estilo de vida más adecuado.
         Jaime prometió que antes de finalizar este cuatrienio la situación mejorará para aquellas personas afectadas y que son de escasos recursos.

La contaminación es un problema muy grave y cada vez más cobra la vida de las personas y del medioambiente. El no actuar adecuadamente puede producir deterioro ambiental y social porque se van perdiendo las cosas invaluables que se poseen.

Mayo 2011

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