Por
Lizmarí Rolón Rodríguez
Estudiante
de Periodismo de la USC
EDITORIAL
Toda ciudad
debe promover el transporte colectivo
como parte indispensable del desarrollo sostenible de una comunidad. Durante
las últimas décadas tanto el Gobierno Estatal como el Federal han realizado múltiples
esfuerzos por hacer del sistema de transporte público en la Isla uno de primera
clase.
Ciertamente,
los servicios ofrecidos no cuentan con el respaldo de los puertorriqueños. No
es secreto que los servicios pecan desde
un mal servicio hasta falta de planificación.
Ante
el constante aumento de automóviles y de una urbanización precipitada desde los
años 50, es que se cuestiona la utilidad y eficiencia de los proyectos de
transporte urbano local.