15 de mayo de 2013

Primitivo y desarticulado el sistema de transporte público en Puerto Rico


Por Lizmarí Rolón Rodríguez
Estudiante de Periodismo de la USC


EDITORIAL

Toda ciudad debe promover  el transporte colectivo como parte indispensable del desarrollo sostenible de una comunidad. Durante las últimas décadas tanto el Gobierno Estatal como el Federal han realizado múltiples esfuerzos por hacer del sistema de transporte público en la Isla uno de primera clase.
         Ciertamente, los servicios ofrecidos no cuentan con el respaldo de los puertorriqueños. No es secreto que  los servicios pecan desde un mal servicio hasta falta de planificación.
         Ante el constante aumento de automóviles y de una urbanización precipitada desde los años 50, es que se cuestiona la utilidad y eficiencia de los proyectos de transporte urbano local.

         Durante años, ha existido la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), que imparte servicios en diversos sectores de la zona metropolitana de San Juan. El Tren Urbano (TU), inaugurado hace ocho años, recorre desde Bayamón hasta San Juan.
Hace cuatro meses se inauguró el Metro Urbano, que se encuentra en tiempo de prueba y que viaja desde Toa Baja hasta Bayamón. Mientras, en planes se encuentra el tren de Caguas hacia San Juan recién bautizado Novotrén, proyecto que pretende minimizar la congestión vehicular del tramo,  al tiempo que se espera logre integrarse a los demás sistemas de transporte.  
Pero sin importar cuantos sistemas de transporte existan, la realidad es que se tiene que hacer un alto e intentar gestionar otras medidas para trasladarse que no sea el automóvil.
Es necesario que los sistemas de transporte colectivos se fortalezcan y se planifiquen teniendo en cuenta la población que los utiliza, la cual se encarga de decidir por dónde sería conveniente que se ofrezcan los servicios.
Las agencias gubernamentales, la Cámara de Representantes, Senado, el Departamento de Transportación y Obras Públicas y la Comisión de Infraestructura deben desarrollar e implantar nuevas ideas para lograr la integración de los servicios.
De lo contrario, continuarán los sistemas operando con pérdidas millonarias, mientras las agencias siguen de brazos caídos en la espera de ayudas federales para poder salir a flote.

                                                                 
F al servicio de la AMA

Éste es el primero de una serie investigativa de tres reportajes sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transportación Pública en Puerto Rico. En este reportaje presentaremos las deficiencias de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) y la desconfianza de los usuarios del sistema.

Muchos lo han sufrido. Usted sale por lo regular una hora y 30 minutos antes de su hogar para  tomar una guagua pública y pasa 45 a 50 minutos esperando. Desesperado,  enojado y con el sudor escurriendo  por su cara, no le queda de otra que permanecer en la espera puesto que es la única manera que usted tiene para poder trasladarse de un lugar a otro.
         Mientras el reloj continúa marcando la hora, finalmente llega la tan esperada guagua pública. El conductor logra estacionarse y, con cara de pocos amigos, baja del autobús cerrando la puerta de manera inmediata, dirigiéndose hacia la oficina del terminal público. Como si fuera poco, usted deberá esperar aproximadamente diez minutos más.
         Luego de varios minutos ve al chofer  acercarse a la guagua. Todos los pasajeros comienzan a moverse hacia la puerta, entre empujones logra subir al autobús.  Acalorado y cansado por la espera, se percata de que no hay asientos disponibles y que, para colmo, el aire acondicionado de la guagua no está funcionando. Agarrado con firmeza del primer pasamanos disponible, comienza su ruta rogándole a todos los santos poder llegar a tiempo hacia su destino.                                                         
Kelvin Tirado, estudiante de  Educación en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), lleva una hora sentado esperando impacientemente a que la ruta 9 de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), en dirección Avenida Universidad hacia Río Piedras, salga a la  ruta. 
         Pero en este terminal de la AMA, "servicio" es lo menos que recibe Tirado, quien lleva una hora esperando a que de los cinco choferes y cuatro  guaguas disponibles, una se disponga a llevar a los pasajeros.
         "Cuando llegué aquí eran las 3:45 de la tarde. Hay cinco choferes y cuatro guaguas para la ruta y llevo más de una hora esperando, no entiendo por qué hay que esperar tanto.  Soy  estudiante y salgo tarde de la Universidad, lo único que quiero es llegar a mi casa para descansar.  Este problema lo vivo a diario", indicó.
         Al igual que Tirado, miles de puertorriqueños pasan a diario por la agonía de las esperas prolongadas y la desconfianza en el sistema de transporte público del País.
         Y es que un oscuro historial de guaguas en malas condiciones, el cual asciende a más de 48 unidades, es una de las primordiales causas por las cuales los  ciudadanos siguen prefiriendo el vehículo privado para desplazarse de un lugar a otro, puesto que  la falta de unidades  prolonga el tiempo de espera.
         Ricardo Aquino, supervisor encargado de rutas regulares, indicó que en estos momentos la AMA cuenta con 98 unidades regulares y que se supone estén disponibles unas 110 unidades, cifra alarmante puesto que el sistema cuenta con menos de la mitad de autobuses que hace dos años.                                              
En el 2011, los servicios de la AMA fueron modificados a 37 rutas, ofreciendo servicio a ocho municipios: San Juan, Trujillo Alto, Toa Baja, Guaynabo, Cataño, Bayamón, Carolina y Loíza con una flota activa de 271 unidades.
Actualmente, la AMA cuenta con 98 autobuses regulares disponibles para brindar  los servicios puesto que son múltiples las guaguas que se encuentran en desuso. Según el supervisor de ruta, se supone fuesen unas 110 unidades las disponibles. 
Aquino dijo: “La mayoría de estas guaguas en desuso y malas condiciones se debe a accidentes en la carretera y falta de piezas. La AMA está atravesando una crisis fiscal y no hay presupuesto para comprarlas”. Sin embargo, Aquino señaló que la AMA se encuentra en la espera de nuevas unidades.
         "Hace unas semanas se le realizaron a las unidades dos revisiones y se encargaron 45, supuestamente nos enviarán 22 unidades más para un total de 67", indicó. 
         Ante la constante queja de los ciudadanos por el tiempo de espera en los terminales, el Supervisor indicó que, “la gran mayoría de los choferes son personas mayores y no producen lo necesario, además  existe un problema significativo de ausentismo”. Según Aquino, este problema se está corrigiendo y espera que el sistema mejore con los nuevos proyectos que contempla el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP).
Por su parte, Omar Pacheco, chofer de la AMA por diez años, no negó el problema constante que disgusta a diario a miles de usuarios del sistema. Según el conductor de la ruta 5 en dirección de Carolina hacia San Juan, la cantidad de pasajeros ha aumentado y adjudica el problema de las esperas prolongadas en los terminales a la falta de unidades.
         "La situación no está en mis manos, ahora mismo la AMA tiene más choferes que unidades. No contamos con el equipo necesario, aparte que no existe una buena organización", sostuvo Pacheco.
Lo cierto es que, pese a los múltiples esfuerzos gubernamentales por hacer del transporte público en Puerto Rico, principalmente en la zona metropolitana, uno de primera clase, no es  secreto que el servicio no tiene el patrocinio deseado y está plagado por la falta de agilidad en la prestación de servicios.
         Según la enmienda a  la Ley 5 del 11 de mayo de 1959, la AMA fue creada para promover transportación colectiva en la zona metropolitana de San Juan de forma accesible, puntual, rápida y segura.  Esta Ley en la actualidad incurre en incumplimiento, pues son múltiples las quejas de los usuarios.
         Un estudio realizado entre el 2009 y 2010 para el "National Transit Database" de la Administración Federal de Tránsito arrojó que en un día típico de la semana (lunes a viernes) unos 130 mil pasajeros usan el transporte colectivo. De esos 130 mil, en la actualidad unos 41 mil a 45 mil son usuarios de la AMA diariamente.
         Por otro lado, el secretario de DTOP, Miguel Torres Díaz, admitió el problema de las esperas prolongadas. Sin embargo, indicó haberse reunido recientemente con el presidente de la AMA, el ingeniero Alberto Figueroa, para buscar posibles soluciones y a su vez, establecer los proyectos futuros para cada sistema.
"La percepción del pueblo en cuanto al pobre servicio que el sistema de transportación pública ofrece al país es correcto. Esa es mi mayor motivación y a lo cual me dedicaré", expresó Torres Díaz.
         Algunos de los proyectos son tan sencillos y económicos como llevar a consumidores y empleados de Plaza Las Américas desde la estación del Tren Urbano al centro comercial mediante el Programa Tu Conexión, programa que según él funcionario “existe, pero son pocos los que lo conocen”.
Otros de los proyectos son mucho más complicados, como conseguir un verdadero y eficaz sistema de integración de los servicios de transportación pública en todo Puerto Rico.
         Sin embargo, el Secretario indicó que se encuentra planificando un sistema de gráficas mediante ondas celulares a través de los  “smartphone” (teléfonos inteligentes) androide y iPhone para que los usuarios de la AMA puedan acceder a las rutas y no tengan la necesidad de esperar por lapsos de tiempo excesivamente largos.
         "Este sistema de gráficas logrará identificar el punto de partida de los usuarios, de esta forma identificará el terminal público más cercano y la ruta que cada usuario debe seguir. De esta forma se podrá reforzar y mejorar el sistema evitando las esperas prolongadas. Este sistema se espera se incorpore a finales de año", agregó  Torres.
         Por su parte, Benjamín Cortés, director de la Comisión de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Transportación, indicó que, “se están evaluando proyectos para el mejoramiento de los servicios”.
"La Comisión, en conjunto al DTOP, tienen un compromiso de reforzar los servicios ofrecidos por los transportistas públicos de tal forma que se complementen las guaguas de la AMA con el Tren Urbano", indicó.
         Por otro lado, el administrador Cortés, admitió que la cantidad de guaguas en desuso representan una suma considerable en pérdidas e indicó que el DTOP tiene el compromiso de obtener fondos estatales y federales para mejorar los servicios de la agencia incluyendo las paradas pues reconoce que el estado en que se encuentran algunos terminales no es favorable para la infraestructura del país.
"La cantidad de dinero reflejada en pérdidas por el desuso de guaguas no la tengo, pero debe ser una suma considerable. Considero que se le debe brindar el mantenimiento  necesario para que tanto las guaguas como los terminales brinden un servicio integrado adecuado a la ciudadanía", concluyó el Director.
         Mientras tanto, Torres Díaz, quien se encuentra trabajando en un plan a corto plazo para conseguir que todos logren llegar a su destino, indicó que, "si no conseguimos una integración en los sistemas de transporte, si eso no funciona, ¿ a dónde va a ir la gente?".

En la edición de mañana será publicado el segundo de una serie investigativa de tres reportajes sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transportación Pública, que tendrá como tema  las pérdidas millonarias del Tren Urbano y la falta de fondos del Gobierno Federal para el mejoramiento de los sistemas de transporte.     


Mucho tren y poco uso

Éste es el segundo de una serie investigativa de tres reportajes sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transporte Público en Puerto Rico. En este reportaje presentaremos el déficit operacional con el que opera el Tren Urbano y la falta de fondos federales para el mejoramiento de los sistemas de transporte.
        
Pocos suben al Tren Urbano (TU).  Mientras el costo de la obra continúa duplicándose y operando con pérdidas millonarias, el Gobierno Estatal continúa de brazos caídos ante el control tenaz del  Departamento Federal de Transportación.    
Y es que los constantes atrasos en la construcción y el desarrollo son palpables. El TU nunca ha llegado a la cantidad de usuarios deseada debido a que nunca se desarrolló la infraestructura planificada alrededor de sus estaciones.
         El tren, que va desde San Juan a Bayamón, inaugurado en diciembre de 2004 a un costo de $2,250 millones (la obra más cara del País), se ideó bajo la premisa de que se iba a construir una infraestructura alrededor de las estaciones del tren para de esta forma aumentar el flujo de pasajeros, proyecto que nunca se desarrolló.
El concepto original del TU en sus inicios fue construir cerca de las 16 estaciones modernas instalaciones como centros comerciales y edificios residenciales con el propósito de atraer mayor cantidad de pasajeros.
Otro proyecto  que quedó en el tintero fue la expansión de nuevas rutas puesto que se esperaba que el tren brindara servicio a áreas como Toa Baja, Dorado, Caguas y Carolina.
"Es evidente que el desarrollo del tren está retrasado. Tan pronto el tren comenzó a operar, lo que procedía era integrar todos los demás sistemas de transporte colectivo para que la obra del Tren Urbano  se desarrollara a su máximo potencial", reconoció el secretario de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Miguel  Torres Díaz.
Pero estos proyectos continúan paralizados desde el 2004 y al parecer pasará un largo período en lograr efectuarse puesto que el Gobierno Estatal no cuenta con los fondos necesarios y las ayudas económicas del Gobierno Federal son limitadas.
El comisionado residente, Pedro Pierluisi, señaló que “la mayor parte del gasto en el área de transportación colectiva del país es estatal, financiada con fondos públicos de Puerto Rico”. Sin embargo, sostuvo  que la obra del TU se estableció en su gran mayoría con fondos federales y que en estos momentos el Departamento Federal de Transportación aporta una cantidad mínima a la Isla.                                 
“El Gobierno Federal sí tiene programas para fomentar la transportación pública, pero actualmente no está gastando tanto como antes”, indicó el Comisionado. 
Según Pierluisi, el funcionamiento de los sistemas de transporte público en la Isla debe ser prioridad para el gobernador Alejandro García Padilla. El Comisionado expresó que “en los 100 días al mando, el Gobernador no ha sabido dividir los recursos para realizar las mejoras en el sistema de transporte colectivo”.
“En una época de recortes se tiene que decidir en qué proporción vas a dividir los recursos que tienes y a dónde los vas a destinar.  La transportación es clave, si mal no recuerdo en Puerto Rico hay 4 millones de autos, se tiene que lograr la integración de los sistemas de transporte, de lo contrario serán múltiples las consecuencias para el País”, concluyó el Comisionado.
Y es que los intereses políticos y la falta de planificación para la integración de los demás sistemas de transporte colectivo en la zona metropolitana de San Juan, han provocado que el sistema ferroviario opere con un déficit de $240 millones.
Según un informe del Banco Gubernamental de Fomento, las tarifas de ingreso del Tren Urbano están en un 18 por ciento por debajo del 40 por ciento que se establece como la medida.                             
         Actualmente son 48,500 los usuarios del tren, cifra alarmante, puesto que la expectativa que tenía el gobierno de que entre 65 mil y 80 mil personas usaran el tren diariamente aún no se ha cumplido.
         Así mismo, dicho informe identificó que solo el aumento del público se refleja en eventos especiales como conciertos, fiestas o cuando aumenta el costo del combustible.
Por su parte,  el experto  en economía y análisis político Phillip Escoriaza, indicó que, “los sistemas de transporte público a nivel mundial por lo general operan con pérdidas y, rara la vez operan para aumentar y obtener ganancias puesto que no hay manera de diseñarlas para minimizar los costos de  operaciones”. 
Y es que la Ley para la Regulación y Planificación de los sistemas de transporte colectivo dispone que los servicios deben definirse en un marco filosófico para aumentar el uso de la transportación colectiva, mejorar su calidad y lograr la satisfacción de los usuarios, situación que no ha sido atendida puesto que muchos han cuestionado la utilidad del tren y han expresado que el Tren Urbano “no los lleva a ningún lado”.
Mientras, Torres Díaz expresó que “la percepción del pueblo en cuanto al pobre servicio que el sistema de transportación pública ofrece al país es correcta”, puesto que el mismo Secretario entiende que con excepción a las paradas de Hato Rey, Centro Médico y Universidad, “el sistema no lleva a la ciudadanía a ninguna parte”.
Jomar Rivera Cedeño, estudiante de Comunicación en la Universidad del Sagrado Corazón, utiliza el tren a diario y asegura no haber tenido malas experiencias con los servicios.                                     
No puedo decir que el tren no me lleva a ningún lado debido a que por medio de él puedo llegar a todos mis destinos más frecuentados (Universidad, Coliseo, centro comercial y  restaurantes).
Sin embargo, la situación de Irma García, quien es  ama de casa y vecina del pueblo de Naranjito, es muy diferente puesto que viaja tres veces por semana en guaguas públicas para llegar a la ciudad de Bayamón y abordar el primer tren disponible para dirigirse a Centro Médico.
Por otro lado, en una investigación auspiciada por el Departamento de Comunicación de la Universidad del Sagrado Corazón  (USC), un 73 por ciento de los residentes de la Urbanización Las Lomas, en Río Piedras, indicó haber utilizado el TU, más de una vez y poco menos de la mitad han descrito el servicio como pobre.
Mientras, en un intento de apaciguar el mal sabor y el bolsillo roto que dejó el   desarrollo del   TU, Torres  Díaz,  se encuentra desarrollando y viabilizando garantías de renta a 18 edificios para la creación de un flujo natural de destino.
Además, el programa Tu Conexión ofrece 16 guaguas pequeñas que se encargarán de movilizar a los pasajeros del tren a lugares como Plaza Las Américas, correo, estadio y clínicas.
En cuanto al desarrollo del Novotrén entre Caguas y Cupey, proyecto que se desarrollará mediante el modelo “turn key”, en el cual el Gobierno no invertirá un solo centavo hasta que no comience a operar el sistema, el funcionario dijo estar “esperanzado en lograr la integración de los sistemas para  que aumente la cifra de pasajeros del Tren Urbano”.
Mientras tanto, Pierluisi indicó que apoya los proyectos de transportación y nuevas infraestructuras en el Congreso y la creación de un Banco de Infraestructura propuesto por el presidente Barak Obama.
“Yo  voy a estar vigilando que a Puerto Rico se le dé un trato justo y razonable y se nos apoye con nuevos programas federales para el funcionamiento del transporte en la Isla”, concluyó Pierluisi.

En la edición de mañana será publicado el tercer y último reportaje de una serie investigativa sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transportación Pública , que tendrá como tema las implicaciones, el costo del tapón y las nuevas alternativas de transporte.


¡Ay, mi madre, qué tapón!

Hoy finaliza la serie investigativa de tres reportajes sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transportación Pública en Puerto Rico. En este reportaje presentaremos las consecuencias del tapón y las nuevas alternativas de transporte para combatir la congestión vehicular que acapara el tramo de la PR-22.

         Los autos están prácticamente detenidos en el tapón. Los conductores ansiosos, molestos y el estruendo de las bocinas retumbando en sus oídos provocarían que más de un conductor suelte el volante queriendo salir del auto echando alas.  
Esta es una vivencia real. Jessica Arroyo Vargas trabaja como gerente en el centro comercial Plaza Las Américas.  Diariamente transita por la Autopista José de Diego  (PR-22), que discurre del municipio de Toa Baja hacia Bayamón, donde frecuentemente los tapones en los carriles reversibles alcanzan su hora y pico.
         “¡Es horrible! Siempre hay alguna construcción o reparación en la carretera, muchas de ellas en horas no apropiadas que afectan el flujo del tránsito. No importa a qué hora transite por el expreso siempre hay algún tapón”, indicó Arroyo Vargas.
Por su parte, el secretario de Transportación y Obras Públicas (DTOP) Miguel Torres Díaz,  reconoció que “las brigadas del DTOP en proyectos de mejoras en las carreteras han contribuido ciertamente al tapón”.
         Esta práctica está bajo la “Ley de Construcción y Mejoras de Carreteras”, la cual dispone promover medios de transporte colectivo en vías rápidas y seguras. Pero ciertamente estas mejoras son las causantes de que muchos se vean atrapados a diario por la congestión vehicular.
Pero más allá de los constantes atrasos en la finalización de proyectos para mejoras en las carreteras, el problema del tapón en la Isla es provocado porque los puertorriqueños no quieren usar métodos alternos para llegar a sus trabajos o realizar alguna otra gestión.
Y es que en la Isla, miles de puertorriqueños pierden dos o más horas de sus vidas sumidos en el tapón.
         Un estudio publicado en febrero del pasado año y realizado por la Oficina del Censo demostró que, de los Estados Unidos, Puerto Rico mantiene uno de los peores índices de las horas que una persona utiliza para ir de su casa al trabajo y luego regresar.                                         
El estudio reflejó que  el tiempo promedio de un viaje de su casa hacia el trabajo y viceversa es de 25.5 minutos, pero en la Isla el promedio de cada viaje en ocasiones sobrepasa los 60 minutos.
Los datos obtenidos por el Censo 2011 revelan que un total de 144,030 trabajadores boricuas se ven atrapados diariamente en el tapón, lo cual representa el 13.9 por ciento de la fuerza trabajadora.  
         Esta cotidiana congestión vehicular afecta no solo el ánimo del conductor que va tras el volante, sino que impacta el sector económico y ambiental.
         La experta en ambiente y geografía física, Amy Orta Rivera, quien analiza la relación entre los sistemas de transportación y la cantidad de automóviles en la Isla, indicó que “es vital reforzar los medios de transporte en Puerto Rico”.
         “Se tienen que comenzar a utilizar las diferentes alternativas de transporte público y el Gobierno debe velar de que éstas sean eficientes en el consumo de energía”, puntualizó.
         Y es que el uso del auto no solo significa congestión vehicular, sino que trae consigo un impacto en el ambiente puesto que los gases emitidos por los automóviles en combinación con el agua, producen lluvia ácida. Esto puede contaminar los suelos, dañando las cosechas y afectando además la piel del ser humano y los animales.
         Por su parte, la coordinadora de programas de planificación Jossie  Correa Otero, opinó que la falla en los planes de desarrollo de transportación pública recaen en que no son realizados tomando en cuenta la población que hace uso de los servicios.
“Es conveniente estudiar a fondo quiénes son los usuarios de los sistemas de transporte colectivo, de esta forma la planificación cumplirá las expectativas y podremos lograr la integración de los sistemas”, concluyó Correa Otero.
         Justamente para lograr esa integración que muchos desean se creó un nuevo  sistema de “trolley” nombrado Metro Urbano, cuyo propósito es aumentar la cantidad de usuarios del Tren Urbano (TU).
         Este nuevo proyecto, inaugurado apenas hace cuatro meses, se ha convertido en el transporte de unas 600 personas diariamente, superando la proyección de 500 pasajeros que se esperaban para el periodo de prueba.
         Lo cierto es que este sistema, que discurre en dirección de Toa Baja hacia Bayamón, ha logrado acaparar a muchos, pero no lo suficiente como para apaciguar el constante tapón de la (PR-22.
Según Arroyo Vargas, por más que desee utilizar los servicios, éstos no la llevan hacia su destino, por lo cual continúa trasladándose diariamente en su auto.
         “Trabajo en Plaza Las Américas, por allí no pasa el Metro Urbano y mucho menos el tren. Tendría que tomar la guagua de la AMA para llegar a mi destino, eso implica que me tomaría más tiempo y dinero”, expresó Arroyo.
         Según el secretario de Transportación y Obras Públicas este proyecto no hubiese sido una prioridad para él, puesto que una vez más quedaron demostradas las fallas de planificación de los sistemas de transporte colectivo.    
“Yo me hubiese enfocado en la realización del Novotrén. Ese sistema logrará acaparar mayor cantidad de personas y logrará alimentar el Tren Urbano”, indicó.
         Y mientras se continúa en la espera de la integración de los servicios, Orta Rivera, la especialista en geografía, manifestó que “se debe hacer un estudio de planificación urbana para lograr movilizar más gente de manera rápida y económica”.

Mayo 2013

1 comentario:

  1. Ya existen sistemas de transporte público masivo más eficientes, económicos, limpios y rentables que no hay que subsidiarlos, y no hay que desbaratar una ciudad para instalarlos, se llaman Ecolvías (Vías Ecológicas).

    martinjaramilloperez@gmail.com *Cel 314 873 17 95 Colombia

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