Por
Lizmarí Rolón Rodríguez
Estudiante
de Periodismo de la USC
EDITORIAL
Toda ciudad
debe promover el transporte colectivo
como parte indispensable del desarrollo sostenible de una comunidad. Durante
las últimas décadas tanto el Gobierno Estatal como el Federal han realizado múltiples
esfuerzos por hacer del sistema de transporte público en la Isla uno de primera
clase.
Ciertamente,
los servicios ofrecidos no cuentan con el respaldo de los puertorriqueños. No
es secreto que los servicios pecan desde
un mal servicio hasta falta de planificación.
Ante
el constante aumento de automóviles y de una urbanización precipitada desde los
años 50, es que se cuestiona la utilidad y eficiencia de los proyectos de
transporte urbano local.
Durante
años, ha existido la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA), que imparte servicios
en diversos sectores de la zona metropolitana de San Juan. El Tren Urbano (TU),
inaugurado hace ocho años, recorre desde Bayamón hasta San Juan.
Hace cuatro
meses se inauguró el Metro Urbano, que se encuentra en tiempo de prueba y que
viaja desde Toa Baja hasta Bayamón. Mientras, en planes se encuentra el tren de
Caguas hacia San Juan recién bautizado Novotrén, proyecto que pretende
minimizar la congestión vehicular del tramo,
al tiempo que se espera logre integrarse a los demás sistemas de
transporte.
Pero sin
importar cuantos sistemas de transporte existan, la realidad es que se tiene
que hacer un alto e intentar gestionar otras medidas para trasladarse que no
sea el automóvil.
Es
necesario que los sistemas de transporte colectivos se fortalezcan y se planifiquen
teniendo en cuenta la población que los utiliza, la cual se encarga de decidir
por dónde sería conveniente que se ofrezcan los servicios.
Las
agencias gubernamentales, la Cámara de Representantes, Senado, el Departamento
de Transportación y Obras Públicas y la Comisión de Infraestructura deben
desarrollar e implantar nuevas ideas para lograr la integración de los
servicios.
De lo
contrario, continuarán los sistemas operando con pérdidas millonarias, mientras
las agencias siguen de brazos caídos en la espera de ayudas federales para
poder salir a flote.
F al servicio de la AMA
Éste es el primero de una serie investigativa de tres
reportajes sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transportación Pública
en Puerto Rico. En este reportaje presentaremos las deficiencias de la
Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) y la desconfianza de los usuarios del
sistema.
Muchos
lo han sufrido. Usted sale por lo regular una hora y 30 minutos antes de su
hogar para tomar una guagua pública y
pasa 45 a 50 minutos esperando. Desesperado,
enojado y con el sudor escurriendo
por su cara, no le queda de otra que permanecer en la espera puesto que
es la única manera que usted tiene para poder trasladarse de un lugar a otro.
Mientras el reloj continúa marcando la
hora, finalmente llega la tan esperada guagua pública. El conductor logra estacionarse
y, con cara de pocos amigos, baja del autobús cerrando la puerta de manera
inmediata, dirigiéndose hacia la oficina del terminal público. Como si fuera
poco, usted deberá esperar aproximadamente diez minutos más.
Luego de varios minutos ve al chofer acercarse a la guagua. Todos los pasajeros
comienzan a moverse hacia la puerta, entre empujones logra subir al
autobús. Acalorado y cansado por la
espera, se percata de que no hay asientos disponibles y que, para colmo, el
aire acondicionado de la guagua no está funcionando. Agarrado con firmeza del
primer pasamanos disponible, comienza su ruta rogándole a todos los santos
poder llegar a tiempo hacia su destino.
Kelvin
Tirado, estudiante de Educación en la
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), lleva una hora
sentado esperando impacientemente a que la ruta 9 de la Autoridad Metropolitana
de Autobuses (AMA), en dirección Avenida Universidad hacia Río Piedras, salga a
la ruta.
Pero en este terminal de la AMA,
"servicio" es lo menos que recibe Tirado, quien lleva una hora
esperando a que de los cinco choferes y cuatro
guaguas disponibles, una se disponga a llevar a los pasajeros.
"Cuando llegué aquí eran las 3:45
de la tarde. Hay cinco choferes y cuatro guaguas para la ruta y llevo más de
una hora esperando, no entiendo por qué hay que esperar tanto. Soy
estudiante y salgo tarde de la Universidad, lo único que quiero es
llegar a mi casa para descansar. Este
problema lo vivo a diario", indicó.
Al igual que Tirado, miles de
puertorriqueños pasan a diario por la agonía de las esperas prolongadas y la
desconfianza en el sistema de transporte público del País.
Y es que un oscuro historial de guaguas
en malas condiciones, el cual asciende a más de 48 unidades, es una de las
primordiales causas por las cuales los
ciudadanos siguen prefiriendo el vehículo privado para desplazarse de un
lugar a otro, puesto que la falta de
unidades prolonga el tiempo de espera.
Ricardo Aquino, supervisor encargado de
rutas regulares, indicó que en estos momentos la AMA cuenta con 98 unidades
regulares y que se supone estén disponibles unas 110 unidades, cifra alarmante
puesto que el sistema cuenta con menos de la mitad de autobuses que hace dos
años.
En
el 2011, los servicios de la AMA fueron modificados a 37 rutas, ofreciendo
servicio a ocho municipios: San Juan, Trujillo Alto, Toa Baja, Guaynabo,
Cataño, Bayamón, Carolina y Loíza con una flota activa de 271 unidades.
Actualmente,
la AMA cuenta con 98 autobuses regulares disponibles para brindar los servicios puesto que son múltiples las
guaguas que se encuentran en desuso. Según el supervisor de ruta, se supone
fuesen unas 110 unidades las disponibles.
Aquino
dijo: “La mayoría de estas guaguas en desuso y malas condiciones se debe a
accidentes en la carretera y falta de piezas. La AMA está atravesando una
crisis fiscal y no hay presupuesto para comprarlas”. Sin embargo, Aquino señaló
que la AMA se encuentra en la espera de nuevas unidades.
"Hace unas semanas se le
realizaron a las unidades dos revisiones y se encargaron 45, supuestamente nos
enviarán 22 unidades más para un total de 67", indicó.
Ante la constante queja de los
ciudadanos por el tiempo de espera en los terminales, el Supervisor indicó que,
“la gran mayoría de los choferes son personas mayores y no producen lo
necesario, además existe un problema
significativo de ausentismo”. Según Aquino, este problema se está corrigiendo y
espera que el sistema mejore con los nuevos proyectos que contempla el
Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP).
Por
su parte, Omar Pacheco, chofer de la AMA por diez años, no negó el problema
constante que disgusta a diario a miles de usuarios del sistema. Según el
conductor de la ruta 5 en dirección de Carolina hacia San Juan, la cantidad de
pasajeros ha aumentado y adjudica el problema de las esperas prolongadas en los
terminales a la falta de unidades.
"La situación no está en mis
manos, ahora mismo la AMA tiene más choferes que unidades. No contamos con el
equipo necesario, aparte que no existe una buena organización", sostuvo
Pacheco.
Lo
cierto es que, pese a los múltiples esfuerzos gubernamentales por hacer del
transporte público en Puerto Rico, principalmente en la zona metropolitana, uno
de primera clase, no es secreto que el
servicio no tiene el patrocinio deseado y está plagado por la falta de agilidad
en la prestación de servicios.
Según la enmienda a la Ley 5 del 11 de mayo de 1959, la AMA fue
creada para promover transportación colectiva en la zona metropolitana de San
Juan de forma accesible, puntual, rápida y segura. Esta Ley en la actualidad incurre en incumplimiento,
pues son múltiples las quejas de los usuarios.
Un estudio realizado entre el 2009 y
2010 para el "National Transit Database" de la Administración Federal
de Tránsito arrojó que en un día típico de la semana (lunes a viernes) unos 130
mil pasajeros usan el transporte colectivo. De esos 130 mil, en la actualidad
unos 41 mil a 45 mil son usuarios de la AMA diariamente.
Por otro lado, el secretario de DTOP,
Miguel Torres Díaz, admitió el problema de las esperas prolongadas. Sin
embargo, indicó haberse reunido recientemente con el presidente de la AMA, el
ingeniero Alberto Figueroa, para buscar posibles soluciones y a su vez,
establecer los proyectos futuros para cada sistema.
"La
percepción del pueblo en cuanto al pobre servicio que el sistema de transportación
pública ofrece al país es correcto. Esa es mi mayor motivación y a lo cual me
dedicaré", expresó Torres Díaz.
Algunos de los proyectos son tan
sencillos y económicos como llevar a consumidores y empleados de Plaza Las
Américas desde la estación del Tren Urbano al centro comercial mediante el
Programa Tu Conexión, programa que según él funcionario “existe, pero son pocos
los que lo conocen”.
Otros
de los proyectos son mucho más complicados, como conseguir un verdadero y
eficaz sistema de integración de los servicios de transportación pública en
todo Puerto Rico.
Sin embargo, el Secretario indicó que
se encuentra planificando un sistema de gráficas mediante ondas celulares a
través de los “smartphone” (teléfonos
inteligentes) androide y iPhone para que los usuarios de la AMA puedan acceder
a las rutas y no tengan la necesidad de esperar por lapsos de tiempo
excesivamente largos.
"Este sistema de gráficas logrará
identificar el punto de partida de los usuarios, de esta forma identificará el
terminal público más cercano y la ruta que cada usuario debe seguir. De esta
forma se podrá reforzar y mejorar el sistema evitando las esperas prolongadas. Este
sistema se espera se incorpore a finales de año", agregó Torres.
Por su parte, Benjamín Cortés, director
de la Comisión de Infraestructura, Desarrollo Urbano y Transportación, indicó
que, “se están evaluando proyectos para el mejoramiento de los servicios”.
"La
Comisión, en conjunto al DTOP, tienen un compromiso de reforzar los servicios
ofrecidos por los transportistas públicos de tal forma que se complementen las
guaguas de la AMA con el Tren Urbano", indicó.
Por otro lado, el administrador Cortés,
admitió que la cantidad de guaguas en desuso representan una suma considerable
en pérdidas e indicó que el DTOP tiene el compromiso de obtener fondos
estatales y federales para mejorar los servicios de la agencia incluyendo las
paradas pues reconoce que el estado en que se encuentran algunos terminales no
es favorable para la infraestructura del país.
"La
cantidad de dinero reflejada en pérdidas por el desuso de guaguas no la tengo,
pero debe ser una suma considerable. Considero que se le debe brindar el
mantenimiento necesario para que tanto
las guaguas como los terminales brinden un servicio integrado adecuado a la
ciudadanía", concluyó el Director.
Mientras tanto, Torres Díaz, quien se
encuentra trabajando en un plan a corto plazo para conseguir que todos logren
llegar a su destino, indicó que, "si no conseguimos una integración en los
sistemas de transporte, si eso no funciona, ¿ a dónde va a ir la gente?".
En la edición de mañana será
publicado el segundo de una serie investigativa de tres reportajes sobre el
pobre funcionamiento del Sistema de Transportación Pública, que tendrá como
tema las pérdidas millonarias del Tren
Urbano y la falta de fondos del Gobierno Federal para el mejoramiento de los
sistemas de transporte.
Mucho tren y poco uso
Éste es el segundo de una serie investigativa de
tres reportajes sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transporte Público
en Puerto Rico. En este reportaje presentaremos el déficit operacional con el
que opera el Tren Urbano y la falta de fondos federales para el mejoramiento de
los sistemas de transporte.
Pocos suben
al Tren Urbano (TU). Mientras el costo
de la obra continúa duplicándose y operando con pérdidas millonarias, el
Gobierno Estatal continúa de brazos caídos ante el control tenaz del Departamento Federal de Transportación.
Y es que los
constantes atrasos en la construcción y el desarrollo son palpables. El TU
nunca ha llegado a la cantidad de usuarios deseada debido a que nunca se
desarrolló la infraestructura planificada alrededor de sus estaciones.
El
tren, que va desde San Juan a Bayamón, inaugurado en diciembre de 2004 a un
costo de $2,250 millones (la obra más cara del País), se ideó bajo la premisa
de que se iba a construir una infraestructura alrededor de las estaciones del
tren para de esta forma aumentar el flujo de pasajeros, proyecto que nunca se
desarrolló.
El concepto
original del TU en sus inicios fue construir cerca de las 16 estaciones
modernas instalaciones como centros comerciales y edificios residenciales con
el propósito de atraer mayor cantidad de pasajeros.
Otro
proyecto que quedó en el tintero fue la
expansión de nuevas rutas puesto que se esperaba que el tren brindara servicio
a áreas como Toa Baja, Dorado, Caguas y Carolina.
"Es
evidente que el desarrollo del tren está retrasado. Tan pronto el tren comenzó
a operar, lo que procedía era integrar todos los demás sistemas de transporte
colectivo para que la obra del Tren Urbano
se desarrollara a su máximo potencial", reconoció el secretario de
Transportación y Obras Públicas (DTOP), Miguel
Torres Díaz.
Pero estos
proyectos continúan paralizados desde el 2004 y al parecer pasará un largo
período en lograr efectuarse puesto que el Gobierno Estatal no cuenta con los
fondos necesarios y las ayudas económicas del Gobierno Federal son limitadas.
El
comisionado residente, Pedro Pierluisi, señaló que “la mayor parte del gasto en
el área de transportación colectiva del país es estatal, financiada con fondos
públicos de Puerto Rico”. Sin embargo, sostuvo
que la obra del TU se estableció en su gran mayoría con fondos federales
y que en estos momentos el Departamento Federal de Transportación aporta una
cantidad mínima a la Isla.
“El Gobierno
Federal sí tiene programas para fomentar la transportación pública, pero
actualmente no está gastando tanto como antes”, indicó el Comisionado.
Según
Pierluisi, el funcionamiento de los sistemas de transporte público en la Isla
debe ser prioridad para el gobernador Alejandro García Padilla. El Comisionado
expresó que “en los 100 días al mando, el Gobernador no ha sabido dividir los
recursos para realizar las mejoras en el sistema de transporte colectivo”.
“En una
época de recortes se tiene que decidir en qué proporción vas a dividir los
recursos que tienes y a dónde los vas a destinar. La transportación es clave, si mal no
recuerdo en Puerto Rico hay 4 millones de autos, se tiene que lograr la
integración de los sistemas de transporte, de lo contrario serán múltiples las
consecuencias para el País”, concluyó el Comisionado.
Y es que los
intereses políticos y la falta de planificación para la integración de los
demás sistemas de transporte colectivo en la zona metropolitana de San Juan,
han provocado que el sistema ferroviario opere con un déficit de $240 millones.
Según un informe
del Banco Gubernamental de Fomento, las tarifas de ingreso del Tren Urbano
están en un 18 por ciento por debajo del 40 por ciento que se establece como la
medida.
Actualmente
son 48,500 los usuarios del tren, cifra alarmante, puesto que la expectativa
que tenía el gobierno de que entre 65 mil y 80 mil personas usaran el tren
diariamente aún no se ha cumplido.
Así
mismo, dicho informe identificó que solo el aumento del público se refleja en
eventos especiales como conciertos, fiestas o cuando aumenta el costo del
combustible.
Por su
parte, el experto en economía y análisis político Phillip Escoriaza,
indicó que, “los sistemas de transporte público a nivel mundial por lo general
operan con pérdidas y, rara la vez operan para aumentar y obtener ganancias
puesto que no hay manera de diseñarlas para minimizar los costos de operaciones”.
Y es que la
Ley para la Regulación y Planificación de los sistemas de transporte colectivo
dispone que los servicios deben definirse en un marco filosófico para aumentar
el uso de la transportación colectiva, mejorar su calidad y lograr la
satisfacción de los usuarios, situación que no ha sido atendida puesto que
muchos han cuestionado la utilidad del tren y han expresado que el Tren Urbano
“no los lleva a ningún lado”.
Mientras, Torres
Díaz expresó que “la percepción del pueblo en cuanto al pobre servicio que el
sistema de transportación pública ofrece al país es correcta”, puesto que el
mismo Secretario entiende que con excepción a las paradas de Hato Rey, Centro
Médico y Universidad, “el sistema no lleva a la ciudadanía a ninguna parte”.
Jomar
Rivera Cedeño, estudiante de Comunicación en la Universidad del Sagrado
Corazón, utiliza el tren a diario y asegura no haber tenido malas experiencias
con los servicios.
“No puedo decir que el tren no me
lleva a ningún lado debido a que por medio de él puedo llegar a todos mis
destinos más frecuentados (Universidad, Coliseo, centro comercial y restaurantes).
Sin
embargo, la situación de Irma García, quien es
ama de casa y vecina del pueblo de Naranjito, es muy diferente puesto
que viaja tres veces por semana en guaguas públicas para llegar a la ciudad de
Bayamón y abordar el primer tren disponible para dirigirse a Centro Médico.
Por otro lado, en una investigación auspiciada por el Departamento de
Comunicación de la Universidad del Sagrado Corazón (USC), un 73 por ciento de los residentes de
la Urbanización Las Lomas, en Río Piedras, indicó haber utilizado el TU, más de
una vez y poco menos de la mitad han descrito el servicio como pobre.
Mientras,
en un intento de apaciguar el mal sabor y el bolsillo roto que dejó el desarrollo del TU, Torres
Díaz, se encuentra desarrollando
y viabilizando garantías de renta a 18 edificios para la creación de un flujo
natural de destino.
Además, el
programa Tu Conexión ofrece 16 guaguas pequeñas que se encargarán de movilizar
a los pasajeros del tren a lugares como Plaza Las Américas, correo, estadio y
clínicas.
En cuanto al
desarrollo del Novotrén entre Caguas y Cupey, proyecto que se desarrollará
mediante el modelo “turn key”, en el cual el Gobierno no invertirá un solo
centavo hasta que no comience a operar el sistema, el funcionario dijo estar “esperanzado
en lograr la integración de los sistemas para
que aumente la cifra de pasajeros del Tren Urbano”.
Mientras
tanto, Pierluisi indicó que apoya los proyectos de transportación y nuevas infraestructuras
en el Congreso y la creación de un Banco de Infraestructura propuesto por el
presidente Barak Obama.
“Yo voy a estar vigilando que a Puerto Rico se le
dé un trato justo y razonable y se nos apoye con nuevos programas federales
para el funcionamiento del transporte en la Isla”, concluyó Pierluisi.
En la edición
de mañana será publicado el tercer y último reportaje de una serie
investigativa sobre el pobre funcionamiento del Sistema de Transportación
Pública , que tendrá como tema las implicaciones, el costo del tapón y las
nuevas alternativas de transporte.
¡Ay, mi madre, qué tapón!
Hoy finaliza
la serie investigativa de tres reportajes sobre el pobre funcionamiento del
Sistema de Transportación Pública en Puerto Rico. En este reportaje
presentaremos las consecuencias del tapón y las nuevas alternativas de
transporte para combatir la congestión vehicular que acapara el tramo de la
PR-22.
Los autos están prácticamente detenidos en el tapón.
Los conductores ansiosos, molestos y el estruendo de las bocinas retumbando en sus
oídos provocarían que más de un conductor suelte el volante queriendo salir del
auto echando alas.
Esta es una vivencia
real. Jessica Arroyo Vargas trabaja como gerente en el centro comercial Plaza
Las Américas. Diariamente transita por
la Autopista José de Diego (PR-22), que
discurre del municipio de Toa Baja hacia Bayamón, donde frecuentemente los
tapones en los carriles reversibles alcanzan su hora y pico.
“¡Es
horrible! Siempre hay alguna construcción o reparación en la carretera, muchas
de ellas en horas no apropiadas que afectan el flujo del tránsito. No importa a
qué hora transite por el expreso siempre hay algún tapón”, indicó Arroyo
Vargas.
Por su parte, el secretario de Transportación y
Obras Públicas (DTOP) Miguel Torres Díaz,
reconoció que “las brigadas del DTOP en proyectos de mejoras en las
carreteras han contribuido ciertamente al tapón”.
Esta práctica está bajo la “Ley de
Construcción y Mejoras de Carreteras”, la cual dispone promover medios de
transporte colectivo en vías rápidas y seguras. Pero ciertamente estas mejoras
son las causantes de que muchos se vean atrapados a diario por la congestión
vehicular.
Pero más allá de los constantes atrasos en la
finalización de proyectos para mejoras en las carreteras, el problema del tapón en la
Isla es provocado porque los puertorriqueños no quieren usar métodos alternos
para llegar a sus trabajos o realizar alguna otra gestión.
Y es que en
la Isla, miles de puertorriqueños pierden dos o más horas de sus vidas sumidos
en el tapón.
Un estudio publicado en febrero del
pasado año y realizado por la Oficina del Censo demostró que, de los Estados
Unidos, Puerto Rico mantiene uno de los peores índices de las horas que una
persona utiliza para ir de su casa al trabajo y luego regresar.
El estudio
reflejó que el tiempo promedio de un
viaje de su casa hacia el trabajo y viceversa es de 25.5 minutos, pero en la
Isla el promedio de cada viaje en ocasiones sobrepasa los 60 minutos.
Los datos
obtenidos por el Censo 2011 revelan que un total de 144,030 trabajadores
boricuas se ven atrapados diariamente en el tapón, lo cual representa el 13.9
por ciento de la fuerza trabajadora.
Esta
cotidiana congestión vehicular afecta no solo el ánimo del conductor que va
tras el volante, sino que impacta el sector económico y ambiental.
La experta en ambiente y
geografía física, Amy Orta Rivera, quien analiza la relación entre los
sistemas de transportación y la cantidad de automóviles en la Isla, indicó que
“es vital reforzar los medios de transporte en Puerto Rico”.
“Se tienen que comenzar a utilizar las
diferentes alternativas de transporte público y el Gobierno debe velar de que
éstas sean eficientes en el consumo de energía”, puntualizó.
Y es que el uso del auto no solo
significa congestión vehicular, sino que trae consigo un impacto en el ambiente
puesto que los gases emitidos por los automóviles en combinación con el agua,
producen lluvia ácida. Esto puede contaminar los suelos, dañando las cosechas y
afectando además la piel del ser humano y los animales.
Por su parte, la
coordinadora de programas de planificación
Jossie
Correa Otero, opinó que la falla en los planes de desarrollo de
transportación pública recaen en que no son realizados tomando en cuenta la
población que hace uso de los servicios.
“Es
conveniente estudiar a fondo quiénes son los usuarios de los sistemas de
transporte colectivo, de esta forma la planificación cumplirá las expectativas
y podremos lograr la integración de los sistemas”, concluyó Correa Otero.
Justamente para lograr esa integración
que muchos desean se creó un nuevo
sistema de “trolley” nombrado Metro Urbano, cuyo propósito es aumentar
la cantidad de usuarios del Tren Urbano (TU).
Este nuevo proyecto, inaugurado apenas
hace cuatro meses, se ha convertido en el transporte de unas 600 personas
diariamente, superando la proyección de 500 pasajeros que se esperaban para el
periodo de prueba.
Lo cierto es que este sistema, que
discurre en dirección de Toa Baja hacia Bayamón, ha logrado acaparar a muchos,
pero no lo suficiente como para apaciguar el constante tapón de la (PR-22.
Según
Arroyo Vargas, por más que desee utilizar los servicios, éstos no la llevan
hacia su destino, por lo cual continúa trasladándose diariamente en su auto.
“Trabajo en Plaza Las Américas, por
allí no pasa el Metro Urbano y mucho menos el tren. Tendría que tomar la guagua
de la AMA para llegar a mi destino, eso implica que me tomaría más tiempo y
dinero”, expresó Arroyo.
Según el secretario de Transportación y
Obras Públicas este proyecto no hubiese sido una prioridad para él, puesto que
una vez más quedaron demostradas las fallas de planificación de los sistemas de
transporte colectivo.
“Yo me
hubiese enfocado en la realización del Novotrén. Ese sistema logrará acaparar
mayor cantidad de personas y logrará alimentar el Tren Urbano”, indicó.
Y
mientras se continúa en la espera de la integración de los servicios, Orta
Rivera, la especialista en geografía, manifestó que “se debe hacer un estudio de
planificación urbana para lograr movilizar más gente de manera rápida y
económica”.
Mayo 2013
Ya existen sistemas de transporte público masivo más eficientes, económicos, limpios y rentables que no hay que subsidiarlos, y no hay que desbaratar una ciudad para instalarlos, se llaman Ecolvías (Vías Ecológicas).
ResponderEliminarmartinjaramilloperez@gmail.com *Cel 314 873 17 95 Colombia